XIV

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Victoria le daba la razón, en el fondo sabía o intuía qué no estaba bien absolutamente nada de lo que estaba pasando desde que entraron al aeropuerto juntos, pero, sesgada por sí misma a propósito, decidió hacerle creer a su mente que él estaba tomando buenas decisiones en base a el bienestar mutuo. Y era así, pero no en el mejor de los dos, sino de uno.

—Mejor acompáñame a broncearme y luego volvemos, ¿te parece? —propuso que muchacho mientras la sujetaba de la cintura.

—Bueno, pero no quiero broncearme mucho.

Mientas cambiaban con cuidado entre las aguas, Sehun la tenía apegada a él, mientras la agarraba de las cadenas, cualquiera que los hubiera visto y no los conocieran —al parecer todos los que frecuentaban en ese momento la playa— pensarían que eran una pareja, aunque sin el acercamiento tenían más apariencia de hermanos que de amantes.
Nathaniel los vio desde lejos, estirado en su toalla, como tenían una cara sonriente superpuesta. Al principio pensó que eran familiares o algo así, pero cuando presenció el beso y cómo trataba el tipo a la niña que coqueteó con él, ya no sabía qué pensar... Algo no estaba bien.

Mutuamente se ayudaron a aplicarse la crema solar, una situación que los hacía ver mucho más de relación paternal que carnal, así ¿quién sospecharía algo no inocente?, pero el beso sin pensar que dio Sehun fue un poco más allá de sus límites establecidos para estas relaciones, dejándolo al descubierto. Con lentes de sol puestos descansaban plácidamente en sus mantas, los dos juntos, casi abrazados, sin decir nada, sin hablar, nada, hasta que en el apacible momento Victoria recordó que falsamente estaba en menstruación, y por lo habitual no debería haberse metido al agua, pensó rápidamente, y por lo que se dio cuenta es que Sehun no sabía muchos de estos términos, pero de igual manera tenía alguna excusa 'debajo de la manga' por si le preguntaba por su condición.
La tarde estaba tranquila, el sol no pegaba tan fuerte; haciendo el clima más soportable que otras veces.

—¿Señor Oh?

Los dos recostados abrieron los ojos de inmediato al escuchar esta voz femenina. Una muchacha de rasgos hindúes con un vestido lino blanco se detuvo enfrente de ellos. Sehun alejó rápidamente a la muchacha que yacía su cabeza en el hombro de él.

—Disculpa, ¿nos conocemos?

—Sí, Lina Kapoor, trabajé para su empresa en recursos humanos hace un año...

—¡Ah! Lina, claro claro, eras la practicante ¿no?

—Exacto, ¿todavía tienen clientes en el oriente?

—Sí.. Ahora que me acuerdo nos serviste de mucha ayuda para hacer tratados con India.

—Justo se dio la instancia, tenía que hacer un trabajo excelente... Bueno, que tenga un buen día..

—Igual tú..

No fueron necesarias las palabras, Victoria de inmediato sintió la clavada mirada de la muchacha, intuyendo algo. La niña esperó a que se fuera Lina para poder hablar o moverse; estaba como una momia con la presencia de ella. Ninguno de los dos esperó encontrarse con alguien conocido o comprometedor, todo lo contrario.

—¿Por qué me miró así? —preguntó inocentemente la niña.

—Conoce a Yari y a mi hijo...

Fue suficiente con eso, ninguno de los dos volvió a decir algo, ni siquiera a sacar el tema de la agria irrupción de Lina, nunca más.

Aunque la situación fue bastante incomoda interiormente, al parecer fue mucho mejor, ya que ahora se sentían más libres, con más libertad para salir en público. Ya el hombre no andaba con una hostilidad contra la niña, se mostraba un poco más cercano, más amigable en público y esto a la muchacha le gustaba. Ahora parecían algo más que brothers.
Luego de unas pocas horas en lago prefirieron irse, ya que aunque había una aura de que no les importaba lo que pesaran en cierto punto, de igual manera querían ser discretos.

—Nunca se sabe Victoria... Toda mi vida está en juego por estar contigo.. Es un sacrificio que hago por ti..

—Lo sé... Pero igual habrá una manera de hacerlo..

—Las hay... Pero tarde o temprano nos dañarían, tengo que cuidarte, tengo tu tutela y todo pero si se llegan a enterar... Ni siquiera mi poder dentro serviría; te separarían de mí.

La niña al escuchar esto sintió una punzada en el estómago, como si algo malo hubiera pasado.. Una sensación horrible, la última vez que había sentido algo así fue cuando asesinaron a su familia.
Al recordarlo, pasaron flashbacks de esa sangrienta noche; cerró los ojos rápidamente y prefirió seguir escuchando música y sermón del muchacho. Quería olvídarlo todo.

—Si te preguntan: somos hermanos, adoptivos obviamente... Y ¿qué más? Ah, no te preocupes por Yari, lo más probable es que no se entere, y si lo hace..

—¿Qué va a hacer..?

—Nada, yo sé que no haría nada, es por la menos que tienes que preocuparte.

Ese bichito en su mente seguía: ¿Por qué Sehun estaba tan seguro de que no habría reacción?... Era absolutamente raro, sería muy esperado que sí la tuviera, sería algo completamente normal. Victoria en el fondo sentía culpa y un especial miedo hacia la señora de la casa, pero sentía esa esencia protectora de Sehun y eso la calmaba.
Sí, sabía que estaba mal, que ella era, es el amorío de un hombre casado, con hijos y que la habían acogido luego de su desgracia fatal, estaba siendo mal agradecida con el matrimonio, metiéndose en el medio.. Pero, algo la hacía querer más y más estar con Sehun, sentía una necesidad de poder estar sólo con él, mucho más en el ámbito plenamente físico y sexual... No sabía qué era, la chica no podía interpretarlo; sólo que era una emoción fuerte.

El Vecino Where stories live. Discover now