𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 44

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هههه 𝓛𝓪 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓵𝓮𝓼 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓪𝓻𝓮 ...

Los días pasaban y todo estaba listo en Atland para recibir a sus invitados.

La noticia que la reina Bidhe había sido destronada llegó a cada Reino, muchos intentaron acercarse a conocer a la nueva gobernante pero eran recibidos por otras personas argumentando que la reina estaba ocupada, indispuesta o enferma, por lo que nadie la había visto salvo su consejo.

Por lo tanto aquel baile era esperado por todos, deseaban entablar buenas relaciones comerciales pues habían escuchado que sus tierras producían frutas y verduras de primera calidad cosa que antes no hacían.

La realeza de Arrebol llegó al palacio de Atland ansiosos por ver a Gianna, los tres hermanos vestían sus mejores galas y los ojos de todas las doncellas lucían como verdaderos príncipes.

La música era tranquila, los entremeses exquisitos y el vino en su punto.

- Por favor todos presten su atención, con ustedes el Rey Casper Firwall. - Presento el maestro de ceremonias.

Todos en el salón guardaron silencio para observar al hombre alto, moreno, de ojos verdes, que se colocaba en su trono.

- Buenas noches a todos y gracias por acudir a nuestra presentación oficial. Soy Casper Firwall Rey de Atland mi amada reina vendrá en unos momentos más, pero me pidió ponerlos al día, así que escuchen la historia que les contaré. -

Los hermanos veían aquel hombre imponente, su pinta dictaba ser un hombre de armas, un hombre que no le temia a la guerra, su tono de voz y su porte imponía respeto.

- Es mucho mayor que nosotros.

- Tal ves tenga la edad de nuestro padre.

- Mi Gianna se casó con ese hombre...

Hablaban los hermanos entre sí tratando de encontrar una explicación o justificación de ello.

El rey de Atland continuo hablando.

- Atland era un reino que tenía sus clases sociales muy bien limitadas, los ricos eran ricos y los pobres con suerte no morían de hambre, así era la situación aquí, todos ustedes Lords, Ladys, que venían de visita lograban ver un reino estable, pero solo era una falsa la realidad era que la antigua reina que no vale su nombre mencionar, mantenía la pésima situación del reino oculta, ella tenía sus propios intereses, intereses en donde no contemplaba a su pueblo.
Y una mujer, una muy valiente mujer le hizo ver la situación, pero ella no la escuchó. Esta mujer no se rindió lucho por su pueblo y como consecuencia la encarcelaron, su condena fue pena de muerte, su crimen luchar por el pueblo.
Creen que eso fue justo?!!! No no lo fue. Su ejecución sería el día en que el antiguo rey Zareth Drakherg dejo el reino, la antigua reina fue tras él por lo que la ejecución se pospuso.
Yo no sabía que hacer, deseaba liberar a mi amada aprovechando la ausencia de esa reina, pero todos mis intentos fracasaron...
Y entonces sucedió, un día llegó nuestra salvadora, nuestra liberadora, Lady Gianna Drialdar.
Ella llegó a las puertas del palacio reclamando el trono, al verla los guardias se burlaron por el estado en qué venía, vieron a una mujer delgada, sucia, con una enorme cicatriz en su rostro por lo que no le hicieron caso, pero ella mostró el anillo divino, los ministros la dejaron entrar y corroboraron que era auténtico. Ella relato lo sucedido y se sentó en este trono. Había viajado dos días, no había comido, no había dormido y comenzó a dar órdenes.
Logro estabilizar el reino en una semana, luego ella desapareció cinco días y regresó a seguir poniendo todo en orden.
Yo me acerque a ella para contarle lo que había sucedido con mi amada, por un momento pensé que no le daría importancia pues había establecido ya su gobierno pero no fue así, me escucho, liberó a mi mujer y se sentó a platicar con nosotros dos.
Su sencillez, su humildad, su inteligencia y su fuerza nos dio esperanza. Trabajamos de la mano con ella para sacar de la pobreza al pueblo, nos dio tierras fértiles, nos dio alimento, nos dio trabajo, gracias a ella pudimos salir adelante.
Estábamos contentos con su gobierno, ella era amable pero justa, escuchaba a todos, castigaba con mano firme a los criminales e incluso ella misma los castigaba para dar el ejemplo.
Y luego nos volvió a sorprender, ella renunció al trono, solo estuvo cuatro meses como soberana pero fue más que suficiente para estabilizar nuestra economía. Ella le ofreció el trono a mi mujer, dijo que el pueblo la necesitaba a ella pues era del pueblo, vivió en el pueblo y lo conocía perfectamente.
Fue así que mi amada esposa Eveline Leift asumió el trono y ahora nosotros intentaremos gobernar como nuestra auténtica Reina Gianna Drialdar.
Ahora lady Drialdar está lejos, buscando la paz que necesita, así que le pido a todos que levanten sus copas y brindemos en honor a una gran mujer, que se merece todo lo que desee. Salud!

𝑬𝒏 𝒆𝒍 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝑨𝒓𝒓𝒆𝒃𝒐𝒍...Where stories live. Discover now