Capitulo 18: La anhelada libertad

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Rui empezó a correr en dirección oeste, siendo respaldado por Gyutaro y Susamaru

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Rui empezó a correr en dirección oeste, siendo respaldado por Gyutaro y Susamaru.

—¿Cómo sabes que es por aquí? —preguntó el de manchas, distraído por un rocoso proyectil que pasó zumbando peligrosamente cerca. Seguir a Rui mientras esquivaba las rocas resultaba complicado, a pesar de que la densa niebla se disipaba.

—Lo sé. —respondió sin más.

—Pero ¿cómo lo sabes? —a pesar de su pregunta, no había rastro de desconfianza en sus palabras, era pura curiosidad. En su camino, tropezó con una raíz que casi la hizo caer. Rápidamente se recuperó, pero una roca de tamaño mediano chocó con fuerza contra su brazo antes de desviarse. —¡Agh! —se sobó el brazo adolorido y, sin perder tiempo, continuó corriendo decidida a no perder de vista la cabellera de Gyutaro.

"Un poco más..." Rui se detuvo de manera brusca, haciendo que su compañero choque contra su espalda.

—¡Rui, mierda! —Gyutaro le espetó, pero poco caso le hizo. Los tres se detuvieron en un lugar donde las rocas disminuyeron considerablemente, aunque aún mantenían su vigilancia. Una extraña presencia se cernía sobre ellos, pero ninguno de los tres le encontraba respuesta.

La cazadora de cabello corto tomó la iniciativa, avanzando unos pasos para explorar el perímetro. A pesar de su valentía, no pudo evitar seguir sobándose el brazo, donde un dolor persistente revelaba un inminente moretón bajo su uniforme.

—¿Susamaru, estás bien? —preguntó Gyutaro, permitiéndose relajarse al estar en una zona donde las rocas ya no caían... Mientras tanto, Rui permanecía alerta, escudriñando en todas direcciones.

—¡Estoy bien! —la cazadora respondió con una sonrisa forzada, levantando el pulgar como señal de bienestar. Quería demostrar que aún era una cazadora valiente y no mostrarse asustada, intentando enmendar la primera impresión que había causado. —Sigo siendo una cazadora, esto no debería ser tan difícil para mí. —añadió con determinación.

—Silencio. —Rui interrumpió su conversación, sintiendo que algo se acercaba. Las vibraciones en el suelo y los sonidos pulsantes los alertaron, aunque no eran tan intensos como los provocados por las rocas. Los tres se quedaron completamente inmóviles, incluso dejaron de respirar para evitar cualquier ruido que pudiera delatar su posición.

De repente, Susamaru giró bruscamente hacia la izquierda al escuchar un arrastre y un objeto siendo lanzado en su dirección. Se agachó rápidamente en el suelo, tratando de cubrirse de lo que fuera que se acercara. Su reacción alertó a los otros dos cazadores, quienes imitaron su acción por precaución. Un gemido de dolor escapó de Susamaru cuando una piedra la golpeó con fuerza en el brazo, aunque no era de gran tamaño, la velocidad y la fuerza del impacto causaron un gran dolor. Gyutaro, alzando la vista, logró esquivar una roca del tamaño de su cabeza que se dirigía hacia él.

—¡¿Qué mierda?! —Gyutaro vio de reojo, rocas caían en picada en la zona donde estaban agachados, de distintos tamaños, pero no igualando a las anteriores. Se mordió el labio cuando una piedra golpeo su mejilla, en un intento de esquivarla. El albino se cubrió la nuca con una mano, queriendo proteger a su araña, recibió el golpe de cuatro piedras afiladas en su espalda.

Siempre Juntos | AU Kimetsu No Yaiba | RoleSwapWhere stories live. Discover now