Cegados por el amor

25 1 22
                                    

Narrador: Bryn


Me desperté a la mañana siguiente con una voz susurrando mi nombre.

—Bryn, despierta, por favor...

Cuando abrí los ojos vi a Ángela agachada a mi altura, al lado de la cama.

Mi primera reacción fue taparnos con las sábanas.

—No pasa nada si os veo. A él ya lo he visto y tú eres una chica. No me voy a sorprender por nada.

—¿Qué quieres? —la interrogué mientras sujetaba las sábanas con fuerza.

—Es que tengo un problema...

—¿Qué problema?

—Creo que lo que siento por Nico va cada vez a más...

Me quedé mirándola fijamente. ¿Qué tenía que ver yo en todo esto?

—¿Y por qué me cuentas esto a mí?

—No lo sé, necesitaba contárselo a alguien que no fuera Carla. Ya que ella...

—¿Ella...?

Ángela tomó aire y empezó a hablar.

—Supongo que ya sabes que Carla y Yuna no se llevan especialmente bien...

—Sí.

—Pues me ha dicho que intente ligarme a Nico, que él se merece más que Yuna.

—¿No habrás pensado en...?

—A ver, ayer intenté pasar tiempo con él. Pero me he dado cuenta de que si sigo con esto puedo arruinar una relación, y por experiencia, eso no acaba bien. No quiero ganarme más enemigos.

—Vale, entiendo.

—Entonces quiero que me ayudes. Quiero que deje de gustarme. Y los consejos de Carla no ayudan. Necesito que me digan que esto está mal. Que tiene que gustarme otra persona. Pero no puedo dejar que me digan que intente tener algo con él.

De pronto, otra voz intervino en la conversación.

—Quién diría que tú acabarías por decir eso. Si me lo llegan a decir hace unos años no me lo creería —dijo Brack aún con los ojos cerrados.

—No estaba hablando contigo de todas formas.

Él abrió los ojos y miró a Ángela.

Yo seguía agarrando las sábanas con fuerza.

Ángela volvió a mirarme, con una expresión de socorro.

—¿Qué puedo hacer? Es que es tan mono...

No supe qué contestarle. Cuando uno se enamora no puede evitarlo.

—Qué gracia me haces. Hace años no te habrías enamorado ni loca.

—Lo mismo digo —replicó ella.

—No, no es lo mismo. Yo no me enamoraba de nadie. Pero tú sí llegaste a enamorarte de gente.

—Ya, bueno, pero había algunos que merecían la pena.

Cegada por el amor Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin