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29 de abril, 1967. 22.07

NEA

Me subo el vestido y me abrocho la cremallera lateral. Él se limita a ponerse la ropa interior y a encenderse un cigarro.

-Me voy- anuncio poniendo la mano en el pomo

-¿Cuándo volveré a verte?- pregunta acercándose a mí y rodeando mi cintura con sus manos. El cigarro se tambalea sobre sus labios.

-Cuando quieras

-Soy todo tuyo.

Coge el cigarro de sus labios y lo coloca entre su dedo índice y corazón. Sujeta mi rostro y une nuestros labios de nuevo.

Joder, qué bien besa.

De repente pican a la puerta.

-¿Hay alguien aquí?

Nos miramos en silencio.

-"Lavabo"- articulamos a la vez. Me escondo tras la puerta y escucho la conversación desde fuera.

-¿Qué necesitas Buck?

-Hay un tío abajo preguntando por una tal Nea

-No sé, no me he enterado. Estoy intentando conciliar un poco el sueño.

Lo dice con tanta firmeza que parece real.

-Bien, avísame si ves algo. Buenas noches

-Buenas noches- responde el chico. Después se escucha la puerta cerrarse.

-Ahora sí que debo irme- repito

-Bien- asiente al final. Me vuelve a besar, apoyando mi espalda en la pared. Sube mi pierna derecha sobre su cadera y besa mi cuello.

-Dallas... En serio- sonrío.

-Está bien- se detiene

Le doy un rápido beso en los labios y me dirijo a la puerta. Me detengo.

-¿Te parece bien si no...? Ya sabes... Si no decimos nada.

-Me parece bien- responde convencido.- Imagínate que mis amigos se enteren de que me he ligado a una Soc.

-Gracias- respondo irónicamente por su comentario-. Como se entere mi hermano, me mata

-Que se atreva

Suelto una carcajada

-Nos vemos

-Adiós- se despide.

Salgo de la habitación y vuelvo a la pista, dando traspiés y poniendo mala cara.

-¡Aquí estás!- escucho la voz de Tom.- Has estado en el baño casi media hora.

-Me he mareado y me he quedado inconsciente. Me encuentro mal, ¿te parece si nos vamos?

-Claro- pasa un brazo por mi cintura y uno de los míos por encima de sus hombros.

Nos subimos al coche y me lleva a casa.

*  *   *   *   *

1 de mayo, 1967. 18.58 h

Después de un largo día de instituto, mi cabeza reposa sobre mi mano, en una mesa de la biblioteca de la ciudad mientras escribo sin parar.

-¿Entiendes la ocho?- pregunta Tom, sentado a mi lado.

-Sí, tienes que hacer una pot...

De repente veo a Dallas, escondido entre una estantería, a la lejanía, que me señala a los baños con los ojos.

-¿Y...?

-Ay, sí, perdona- digo-. Tienes que hacer la potencia de... Voy al baño.

Me levanto y me dirijo donde este me ha indicado.

Cuando me quiero dar cuenta ya estamos ambos metidos en una sala oscura donde están todas las fregonas y escobas devorándonos como animales.

-Por fin- dice este. Beso su cuello.

-Te veo desesperado- sonrío

-Tú me desesperas- se queja, colocando sus manos en mi cintura.

Nos besamos de nuevo.

-Espera- se detiene este

-¿Qué pasa?

-¿Estás saliendo con Tom?

-Am...- me separo y me coloco bien la falda.- Sí... Bueno, provisionalmente.

-¿Para qué lo necesitas? Es un imbécil, Nea.

-Lo necesito de tapadera- justifico-. Si salimos y estoy fuera durante un rato, y no estoy con mi hermano, ¿qué le digo a mis padres?

-Qué lista- sonríe

-Lo sé

Nos besamos de nuevo. Me siento sobre una mesa con documentos viejos, qué hecho a un lado, y enrollo mis piernas en su cintura.

Él me besuquea el cuello y sus manos exploran mi cuerpo por debajo de la camisa.

-Te necesito, te necesito ahora- susurra.

-Le diré a Tom que tengo que ir a casa... Vente, mi hermano está entrenando y mis padres no están. Calle Mush, número 12.

Él asiente.

Salgo yo primera de la sala y me dirijo a la mesa, donde está Tom.

-Perdona, cosas de chicas.

-No te preocupes- sonríe él.

-¿Te parece si lo dejamos por hoy? Estoy harta de tantas matemáticas

-Lo mismo digo- dice él cerrando el libro de un golpe-. Además, tengo que ir a arreglar el coche

-¿Nos vemos mañana?

-Sí- asiente, antes de besarme suavemente.

La diferencia es notable entre él y Dallas.

1 de mayo, 1967. 19.31 h

Escala por el tubo de la calefacción y se cuela en mi ventana.

Había dado en el clavo; la casa estaba sola.

Se quita la camiseta blanca, con la cual se le marcan los bíceps, dejando ver su torso desnudo.

Me quito el jersey con prisa, sin dejar de besarnos, enseñando mi sujetador blanco de encaje. Hago lo mismo con la falda mientras él se desprende de su pantalón tejando.

Desliza sus manos alrededor de mi cintura para juntarnos más.

-Tienes un problemilla ahí abajo

-Qué graciosa- dice él sarcásticamente

Justo cuando estamos a punto de hacerlo, escucho un ruido.

-Dallas, para- le empujo.

-¿Qué pasa?

-He escuchado las llaves.

Acto seguido, escucho la puerta cerrarse.

-¿Nea?- la voz de mi hermano retumba por toda la casa.

Mierda.

-¡El armario, corre!- le susurro mientras me visto a toda prisa.

-¿Nea, estás aquí?

-¡Sí, voy!- grito- ¡Corre!- le susurro a Dallas. Él cierra la puerta del armario con delicadeza a la vez que yo me acabo de alisar el jersey.

Randy abre la puerta.

-Solo vengo a cambiarme de rop... ¿Qué pasa aquí?

-¿Qué?- pregunto desubicada.

Mierda, mierda.

-Hay algo raro- insiste

-Deberías dejar de beber, te provoca alucinaciones.

Entonces es cuando lo veo; un paquete de cigarros Marlboro en el suelo, junto a la cama.

-¿Quieres algo más? Me estás incomodando

-No, perdona. Llevo un día muy largo hoy- parece que va a cerrar la puerta- Espera.

Mierda.

-¿Qué es eso?

Cuando pienso que está refiriéndose al paquete de tabaco y que todo está perdido, señala mi cuello.

Es aún peor.

-¿El qué?

-Ay, qué asco- hace una mueca de asco sin dejar de señalar el chupetón- ¿Tom y tú...?

-No digas nada- le sigo la corriente.- Yo lo solucionaré.

-Bueno...

-Sino se me escapará por accidente la pelea del autocine.

-Está bien, tú ganas. Me llevo la ropa y me cambio en el gimnasio.

Parece que va a salir pero retrocede.

-Recuerda que mamá y papá tenían la reunión esta tarde. Mamá ha llamado esta tarde y me ha dicho que llegarán tarde, que cenemos algo en el Dairy Queen.

-¿Quieres que quedemos allí cuando acabes de entrenar?

-Está bien. ¿Allí a las nueve?

Miro el reloj. Las ocho y dos.

-De acuerdo

-Bien, hasta luego

Ahora sí, se va del todo. Reviso desde la ventana como sale por la puerta.

-Puedes salir.

Dallas sale del armario en silencio.

-¿Se ha ido?- pregunta

-Ajá- respondo sin dejar de mirar hacia la calle, dándole la espalda.

-¿Estás bien?- pregunta abrazando mi cintura por la espalda y besando el lateral de mi cuello.

-No, para de hacer eso. Tenemos un problema.

Señalo el chupetón

-¿Qué pasa? Ya le has dicho que es de Tom, ¿no?

-Sí, solo que hay un problema. Tom y yo aún no... Bueno, ya sabes.

-No importa, ha dicho que no diría nada.

-Delante de nuestros padres. ¿Qué me asegura a mí que no dirá nada delante de sus amigos? Y menos que no le dirá nada a Tom. Cuando se den cuenta de que algo no encaja...

Él respira pesadamente en silencio.

-Llamaré a Tom para que venga, nos liaremos y asunto arreglado.

-No, espera, ¿qué?- se separa

-Dallas, tengo que hacerlo

-No, qué asco, no.

-Vamos, esto me hace la misma ilusión que a ti

Se lo piensa un momento, cruzando sus brazos sobre su pecho. Sujeto su desnudo bíceps y deslizo mis manos hasta los laterales de su rostro.

Se relaja y descruza los brazos, dejándolos caer a un lado.

Nos besamos y cojo el teléfono fijo de mi mesilla.

𝘾𝙊𝙉𝘾𝙀𝘼𝙇𝙀𝘿 𝙇𝙊𝙑𝙀 | THE OUTSIDERS (D.W.)Where stories live. Discover now