57 - Flor de cerezo

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Namjoon le dio un sorbo ruidoso a su café.

Ocho y un minuto de la mañana de un jueves nublado y fresco. No es que sus compañeros de trabajo, sus mejores amigos, fueran personas impuntuales, pero en ocasiones, especialmente si el sol se ocultaba tras un montón de nubes grises y el clima ameritaba colocarse una capa extra de ropa, se permitían llegar más tarde, tal vez media o incluso una o dos horas tarde, recalcando siempre que ellos no tenían un horario de oficina como tal. Pero hoy, las nubes grises y las capas extras de ropa no fueron suficientes para detenerlos. Estaban allí, los cinco, más puntuales que nunca observando de pie a Namjoon en una perfecta medialuna que rodeaba al artista de videojuegos prácticamente dejándolo sin escapatoria.

Para sobrevivir solo había un camino; hablar.

—¿Y bien? —Dijo Yoongi mirándolo desde arriba, solo cuando Namjoon estaba sentado y él de pie podía gozar de esa vista—. Habla por tu cuenta o te saco la información a golpes.

Namjoon levantó una ceja y recostó su cuerpo contra el respaldo de su silla, desafiándolo.

—No lo alteres, no lo alteres —dijo Wooyoung colocando el brazo delante de Yoongi, manteniéndolo alejado de Namjoon—. Él sólo bromea.

—¡Yo no...!

—¡Bromea! —Interrumpió de nuevo Wooyoung—. Lo que Yoongi quiere decir es que, si tú quieres y tienes ganas, puedes contarnos lo que ocurrió en el parque.

Namjoon se rio, ya había extendido suficiente la agonía de sus mejores amigos y creía que se merecían un descanso, después de todo, si había alguien que merecía saber lo que ocurrió en esos dos días, eran ellos.

—De acuerdo —dijo, sintiendo los diez ojos sobre él—. Cuando llegamos al hotel en realidad no pasó gran cosa, pasamos el rato y luego cenamos —todos asintieron, nadie quería hablar para no interrumpirlo, Namjoon volvió a reír—. Luego de la cena... —los ojos Jungkook estaban casi fuera de sus cuencas y podía jurar que San estaba a punto de retomar su mal hábito de morderse las uñas—. No ocurrió nada interesante —los escucho suspirar, decepcionandos—. Pero luego... —la expectativa se apoderó de ellos de nuevo—. El punto es que, durante el desayuno del martes, Seokjin me confesó que Jihyo no es su novia.

Un breve alboroto de festejos se apoderó de la oficina, todos los que estaban allí habían esperado por este momento, añorando la felicidad de su mejor amigo, deseando que sea feliz y correspondido, así que ahora que estaba ocurriendo, no podían no sentirse fascinados.

—Creo que estamos saliendo... —sonrió.

—¿Creo? ¿Cómo que creo? —Dijo San—. ¿Creo como... "sí, estamos yendo a algo seguro"? ¿O creo más como... "es confuso"?

—Estamos yendo a algo seguro —explicó Namjoon—, creo...

—¿O sea que ya son algo? —Insistió Jungkook.

—Sí... nosotros... —se rascó la nuca pensando qué palabras utilizar—, nos metimos al jacuzzi juntos.

—¡No puede ser! —Exclamó Yoongi sujetándolo de los hombros—. ¿Tuvieron sexo? ¿Y lo dices así de tranquilo?

—Dije que entramos al jacuzzi juntos, no que tuvimos sexo —recalcó.

—¿Entraron vestidos al jacuzzi?

—¿Por qué entraríamos vestido al jacuzzi?

—¿Por qué entrarían desnudo al jacuzzi y no tendrían sexo?

—No tuvimos sexo como tal —aclaró Namjoon, poniéndose de pie para servirse una taza de café—. Nos besamos mucho... mucho... —recalcó—. Y...

Checklist || NAMJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora