63 - Tríos y acostones

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Seokjin se removió en la cama e inmediatamente sintió una punzada de dolor en todo el cuerpo, no pudo descifrar en donde específicamente, así que gimió, apretando los ojos y susurrando algunas maldiciones espontáneas. Su celular vibraba sobre la mesita de noche, no era un despertador, es decir, no un despertador normal, era su despertador humano; Jihyo.

Se estiró en la cama y tomó el celular con la mano derecha, ni siquiera había terminado de abrir los ojos cuando contestó.

—Ya... —Fue lo único que dijo antes de volver a colgar.

Eran las cuatro cuarenta y cinco de la mañana, debía salir del hotel a las cinco y media de la mañana, así que por más que deseara con todas sus fuerzas girar en la cama y abrazar a su novio, no podía hacerlo.

Su novio.

Kim Namjoon.

Kim Namjoon, su novio.

Seokjin sonrió y se incorporó hasta quedar sentado, frotó un poco sus ojos con los dedos y suspiró, sintiendo cómo una sonrisa débil se iba formando en sus labios. Miró a su derecha y allí estaba él, el responsable de su desvelo, de su dolor muscular y de su indiscutible buen humor antes de las cinco de la mañana un viernes de trabajo.

Namjoon estaba boca abajo, con la cabeza hundida en la almohada y el rostro mirando en dirección a Seokjin, se veía tan tranquilo que le pareció increíble que se tratara del mismo hombre que hace un par de horas atrás, le dio tres orgasmos en distintas posiciones y lo hizo gemir como hace tiempo no gemía.

Hace tiempo que no tenía una noche así, por lo que fue duro salir de la cama.

Caminó desnudo hasta el baño y cerró la puerta para no molestar al chico que seguía durmiendo cómodamente y que parecía no tener intenciones de despertar aún.

Se tomó unos minutos para apoyarse contra el lavamanos y ordenar sus pensamientos; sería un día duro, largo y, sobre todo, cargado de angustia. No sabía cómo procedería la seguridad con él y aunque leyó los mensajes de su compañera de reparto preguntándole si se encontraba bien, no respondió.

Existía la posibilidad de que la escena de ayer se repitiera.

Existía la posibilidad de que la escena de ese día, fuera incluso más terrorífica que la del día anterior.

Seokjin sintió un revoltijo en su estómago y apretó con fuerza el lavamanos, pensando por un seguro que vomitaría.

—Ya lo hiciste antes —susurró para él mismo sin mirar su reflejo en el espejo—. Estarás bien...

Seokjin se alistó para ese día y salió de la lujosa habitación, no sin antes darle un beso a su novio y cubrirlo mejor con las sábanas, ya que estaba desnudo y que quería que se despertara por frio. Jihyo lo esperaba en la puerta, junto con Johnny.

—Te ves radiante —dijo ella sonriendo con picardía—. A ver, camina...

—Ya cállate —dijo empezando a alejarse, unos pasos después, volteó nuevamente en su dirección y extendió su mano, Jihyo se rio y le entregó una pastilla redonda y blanca, junto con una botella de agua—. No quiero escucharte haciendo bromas.

Ella apretó los labios y pasó sus dedos sobre estos, aparentando que los cerraba como un cierre.

Claro que durante el día haría bromas al respecto, implícitamente quedó dicho que ella jamás podría dejar pasar la oportunidad de burlarse de él.

«»

Namjoon despertó de nuevo a las siete y media de la mañana, recordaba vagamente que Seokjin se despidió de él muy temprano, como el día anterior. Giró en la cama y dejó escapar un gemido que lo inmovilizó inmediatamente, no fue insoportable, de hecho, sonrió al recordar el por qué.

Checklist || NAMJINWhere stories live. Discover now