"Que se ponga el saco quien le quepa"

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En la fiesta de aniversario

- ¿Me vas a dejar? – Scylla había apartado a Porter un rato de la fiesta
para hablar con él, necesitaba con urgencia resolver este tema cuanto antes y ponerse manos a la obra con Raelle. Al principio había pensado dejar que terminara la fiesta aniversario de sus padres pero el grupo de amigas de su madre estaban muy entusiasmadas con la rubia y eso no le gustaba para nada, tenía que actuar cuanto antes.
– ¿Aquí en la fiesta de tus padres, con toda esta gente adinerada de testigo? – Era todo por las apariencias.

- Porter - Scylla suspiró – Tu más que nadie sabes que nosotros solo nos servíamos para mostrarnos, pero no la pasamos bien juntos – reconoció la rubia.

- Pero podemos intentarlo, o recurrir a terapia de parejas o no sé, probar con otras cosas como swingers, tríos o algo así – a alguien se le veía lo bisexual.

Scylla se rió de la propuesta, no pensaba probar ninguna de esas cosas, lo único que quería era un trío con ella, Raelle y "Súper P" – Sabes que eso no es lo mío Porter – le aclaró – Escucha, jamás te dije nada de tus gustos sexuales por las chicas que prestan servicios privados, mucho menos te negué dinero, al contrario te mantuve todo este tiempo, porque me servías, pero yo no te amo, y jamás te podría amar – Scylla pudo ver un destello de tristeza en el chico así que pensó algo para aliviarlo – Pero estoy segura de que hay alguien por allí que te va a amar de la forma que quieras – salió con lo mejor que pudo.

El chico se quedó pensando las palabras de Scylla – Y si, la verdad que un poco de razón tienes – también lo admitió – Pero no puedes hacerme esto ahora, ¿no podemos esperar un par de meses al menos? – ofreció una opción.

- No puedo – Miró hacia donde estaba Raelle, en realidad hacia donde Raelle estaba siendo arrastrada por su madre, Izadora iba mostrando y
presentando a la rubia ante distintos grupos con orgullo, y cuando la chica lograba escapar de su madre, aparecía Blanton para llevarla con sus amigos. Scylla sonrió, la cara de Raelle era algo que no tenía precio – Necesito que sea ya mismo – agregó con su vista aun en la ojiazul.

- Ya veo – Porter había seguido su línea de visión y con una pícara sonrisa miraba a la rubia que volvió a prestarle atención al muchacho – A decir verdad estoy un poco aliviado, no tenía muchas ganas de mudarme a Fort Salem, tu sabes cuánto me gusta el sol...

- Y las mejores rameras están en New York – agregó Scylla desenterrando el secreto del muchacho.

- Oye – el chico levantó las manos libre de culpa – No fui yo quien lo dijo, Charlie Sheen y Hugh Grant están de acuerdo conmigo – dijo – Además si pago no se quejan del tamaño como otras – acusó con toda la intención.

Scylla tuvo que aguantar la risa en esto – Sabes que el tamaño no me importa – mintió, si Abigail la hubiera escuchado no se la iba a dejar pasar.

- Voy a dejar pasar esa mentira porque me hace sentir bien y porque me preocupa otra cosa – había que pensar en el futuro.

- Dime – lo apuró Scylla volviendo su mirada a Raelle.

La rubia había logrado escapar de sus padres pero lamentablemente cayó en las manos de Tally que inmediatamente se la llevó a la pista de baile y sin vergüenza alguna se refregaba sobre ella, Scylla pensó que la chica estaba bailando de forma rara, lo que le combinaba a la perfección con su forma de ser, hasta que se dio cuenta que eran los temblores habituales en ella lo que la hacían moverse.

La empresaria se tranquilizó cuando vio que su hermano rescataba a Raelle de la bailarina y la alejaba un poco de la multitud para que tomara algo.

Al igual que sus padres, Gregorio estaba al tanto de todo lo relacionado con Raelle, bueno, no del todo, pero aun así su hermano le había agarrado un gran cariño a la rubia aun sin conocerla y cuando la vio, lo primero que le dijo a Scylla fue "Tenías razón, con ese mirar, torcer y abrir ya te la quieres comer a besos"

NO SOY PARA TI (RAYLLA)Where stories live. Discover now