Capítulo 3

1K 122 19
                                    

Taehyung.

Iba a decirle a Jungkookie que me gustaba, realmente lo haría. No me importaba que Yoongi no estuviera de acuerdo, ni las palabras hirientes de su anterior niñera sobre mi aspecto.

Sí, tal vez no era tan bonito como los otros cachorros, pero hacía siempre reír a Jungkookie y quizás... eso era suficiente para él.

Como este momento en el que decidí invitarlo a tomar un helado. Quería alegrarlo un poco después de que se enteró de que sus deseos de visitar a su madre en Busán no serían cumplidos.

Ni su madre deseaba verlo ni su padre lo quería cerca de ella y mucho menos cerca de su nuevo amante. Eso quedaba muy claro cada vez que los escuchaba discutir a gritos por teléfono.

_Nadie me quiere, Tae _Jungkook agachó su cabeza tanto que su fleco cubría sus ojos casi por completo.

_Dices tonterías, todo el mundo te ama _Le aseguré entusiasmado_ ¡Eres el mejor del mundo y hueles muy bien!

_¿De verás?

_¡Sí, mejor que el jabón!

Jungkook río y aceptó el helado que le ofrecí. Cuando se dispuso a pagar, yo lo detuve alzando mi mano y pagué con las monedas que me había ganado después de limpiar la acera de mi vecino.

Si anhelaba conquistar a Jungkook debía ser tan caballeroso como los protagonistas de los dramas que miraba mi mamá.

Vamos, Taehyung, es ahora o nunca. El parque era el lugar ideal para una declaración de amor.

_Jungkook... _Llamé su atención sintiéndome muy nervioso, mi corazón parecía querer salir de mi pecho.

_¿Um? _Jungkook lamió su helado.

Él era tan bonito, tenía la piel blanca como la nieve que se acumulaba en la puerta de mi casa en invierno y sus ojos... sus ojitos eran tan brillantes como los de Bambie.

Intercalé mi mirada entre la chaqueta que llevaba puesta, roja y brillante por lo nueva que era y mi camiseta ya descolorida por el uso constante. También me fijé en mis chancletas y en sus zapatillas deportivas de marca.

Sin duda nos veíamos y éramos muy diferentes. Mientras él vivía en unos de los barrios más caros de Seúl, mi casa se encontraba en la zona baja, aquella que se inundaba cuando el agua de lluvia se acumulaba.

¿Y si a Jungkookie le gustaban los niños que olían tan bien como él y no a humedad? ¿Qué vestían tan bien como él?

_¿Qué pasa, Tae? _Jungkook frunció el ceño.

Pero, ¿y si yo le gustaba a pesar de que no tenía tanto dinero para comprar dulces? ¿A pesar de que mi cabello se ensuciaba con facilidad? Sólo había una forma de saberlo.

Dí un paso hacía él y antes de arrepentirme le planté un beso en la mejilla. Me separé, Jungkook me miraba con sus ojos bien abiertos y las mejillas sonrojadas no sólo por el calor del sol.

_M-me gustas _Confecé de manera atropellada y corrí_ ¡Pero no como un amigo! _Le grité antes de huir.

Sí, era demasiado cobarde para ser el protagonista de un drama. Tal vez podría ser un personaje secundario.

Solté un chillido cuando me escondí detrás de un árbol y salté repetidas veces sin poder creer lo que había hecho. Me asomé para ver la reacción de Jungkookie y me sorprendí al verlo sobarse la mejilla.

¿Estaba asustado? ¿Molesto? ¿Intrigado? ¿Y si sentía asco de mí como las demás personas? ¿Cómo lo había sentido su niñera?

¿Jungkookie pensaría que era un niño maloliente?

El Omega Perfecto +18 (KookTae)Where stories live. Discover now