Capitulo 19

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¡Hey! Ya sè que no llegamos a los 15 votos pero no importa porque esto feliz! ah. Voten y comenten, vienen muchìsimas cosas màs... mmm... intriga!! :) Juli.

Esta vez, Gastòn condujo hasta la casa de gobierno. Una vez que llegaron se dirijieron a la puerta: 

-Buen dìa -saludò Euge con cordialidad a la mujer de la secretarìa- buscamos a Carlos Espòsito. 

A distancia se notò la cara de asustada de la chica. 

¿Para què lo quieren? -fue lo ùnico que se dignò a preguntar. 

-¿Podemos verlo si o no? 

-Voy a preguntarle, ya vengo -dijo, y se metiò casi corriendo en su oficina. 

 *** 

 -¿Què? ¿Amigos de Lali? ¿Me estàs cargando, Sofìa? ¡Obvio que no voy a querer que pasen! ¡No, no y no, deciles que no! Que se vayan, no los quiero ver... 

-Señor, Mariana està despertando -interrumpiò uno de los hombres. 

-Que no se vaya. Y vos -apoyàndose el telefono nuevamente en el oìdo- deciles que estoy muy ocupado, y si no se quieren ir llamame de nuevo, tengo una forma de sacarlos de aquì. Chau. 

Colgò e inmediatamente se acercò a la cama donde habìan puesto a Lali: 

-Hola, mi amor... -le sonriò cìnico. 

 Abriò lentamente los ojos, pero se encontrò con el techo y las paredes cubiertas de blanco con algùn que otro detalle amarillo. Carlos estaba frente a ella, la estaba mirando. Esto no puede ser verdad. 

-¿Què me hiciste, basura? ¿¡Què me hiciste!? ¡Hablà! 

-Nada Mariana, nada. Te traje dònde perteneces, acà, el laboratorio, ¿pensaste que te iba a dejar ir, eh? Sos demasiado especial como para dejarte libre -dijo, acercàndose a ella y acariciàndo sus mejillas- A ver, dejame ver esos poderes tan lindos que vos tenès, mostràmelos. Cuànto apuesto a que todo este tiempo los estuviste usando, incluso pra escapar esa noche de casa... ¿mh? 

-Sì, ¿y què? Vos mismo me entrenaste -corriò ràpidamente la cara, al ver que Carlos no dejaba de acariciarla. Pero èl seguìa acercàndosele-, las ventajas que me trajo tu entrenamiento... no sabès -riò- tanto que me ayudaste a escaparme, mirà que bien. 

-¡Callate, pendeja! 

-No me voy a callar nada, ¡AYUDA! 

 ***

 -Bien, hagamos esto. Paula, Cande y Gastòn, ustedes van a distraer a esos agentes de seguridad mientras yo y Euge colgamos la soga en aquella ventana, despuès, nosotros subimos y hacemos algo para que vayan todos adentro, y ahì es donde van a correr y van a terminar acà arriba, con nosotros, ¿està bien? -planificò Peter. 

-Perfecto -dijeron. 

-Bueno, manos a la obra. 

Hicieron todo a la perfecciòn. Primero, Cande y Gastòn ''ayudaban'' a Paula, que se habìa ''desmayado'', varios corrieron a ver la actuaciòn, incluso los guardias de las puertas. Ahì fue cuando Euge y Peter lograron atar la enorme soga y subir. Ràpidamente taparon las càmaras de seguridad y fueron al tercer pso, dònde guardaban una gran catidad de dinero: abrieron la puerta y se escondieron al escuchar la alarma. En ese momento, los guardias se fueron y se metieron nuevamente a la construcciòn: Gas, Cande y Pau aprovechron y tambièn subieron. Por ùltimo, se encontraron dònde habìan planeado. 

-¿Y ahora? -preguntò Paula confundida. 

-Hay que bajar hasta el subsuelo, hay un ascensor, pero està cruzando todo este pasillo, ¿creen que podemos lograrlo? -indicò Euge. 

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