EXTRA - VIDA DESPUÉS DEL JUEGO

1.1K 60 242
                                    



La vida después del juego.

.

.

.

.

.

.

Podría destruir todo el mundo y condenar mi alma a un dios de tierras lejanas, si con eso consigo hacerte feliz en cada una de tus versiones. Obsesión, amor, créeme que ya no veo la diferencia desde que te volviste la razón por la que respiro.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Año 247 A. C.

.

.

.

.

.

.

Las cuerdas raspando su piel no le molestaban, ni tampoco le molestaba ser arrastrado por el piso por esos soldados. No cuando sabía que rostro vería cuando le quitaran la bolsa de tela en su cabeza. Tal vez había sido descuidado de ser apresado tan pronto, y la verdad había sido un pequeño desliz. Tal vez había calculado todo, para que diera un resultado satisfactorio, pero, lo malo del futuro, es que es cambiante, una mínima acción cambia todo el resultado. Así que, al haberse distraído cuando descansaba por los árboles, acabó siendo apresado junto a otros humanos, hombres y mujeres que se los llevaban delante de ese sujeto.

— Mi emperador, le he traído algo exótico para la vista. — había dicho el comerciante que le había apresado. — Es un forastero, pero creo que le interesará verlo, antes de que decida qué hacer con él.

Fue rápido el cómo se le quitó la bolsa de tela de su cabeza, y se le empujó para caer de rodillas en un piso de mármol. Uno hermoso y perfecto. Ya no era tierra, sino un hermoso piso, que ahora se sentía mal de ensuciarlo con su ropa entierrada, y su presencia tan sucia al haber sido capturado hace 3 días sin oportunidad de hacer más, que solo ser llevado como peso muerto. Acabó por alzar la mirada y fue cuando vio ese rostro que tanto añoraba, que su alma gritaba por ver.

Delante de él, el gran emperador, Qin Shi Huang.

Lo vio con su venda, y lo vio con esa vestimenta típica y perfecta, de hermosas telas, que solo resaltaban su belleza. Lo vio levantarse, y lo vio acercarse a él. Claro, lo sabía, sabía que el humano también debía sentir esta conexión, lo sabía, sabía que no importaba si era mortal, él...

Y una enorme patada a su rostro por parte del emperador llegó. Para después poner un pie en su cabeza, manteniéndolo sometido al suelo con él.

— ¿Cómo te atreves a levantar la mirada sin mi permiso? — sonrió Qin. — Veo que eres diferente al resto de sirvientes que me han traído. Esa piel blanca, cabello y ojos, en definitiva, eres algo nuevo que ver. Pero tu sangre es roja, no hay nada más especial en ti que solo la apariencia. ¿Dónde lo encontraron?

— A unas tres ciudades de aquí, mi emperador.

— Este hombre no es chino, es un extranjero, aunque no puedo deducir de que parte. — suspiró el emperador con algo de fastidio. — ¿Cómo logró entrar tanto en el reino sin ser descubierto desde los límites de mi reinado? Bao, ¿podrías explicarme eso?

CHECKMATE (JAQUE MATE)Where stories live. Discover now