Capítulo 72 - Amistad Vecina

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Royal Woods Michigan - Residencia Pingrey - 3:05 p.m.

Carol: Estoy esperando una respuesta. Ahora... ¡Hablen!. - dice la rubia en un tono bastante molesto, llamando la atención de sus padres, los cuales bajan sus miradas. - No puedo creerlo, ustedes... Nos ocultaron esto durante 11 años. 

Sra. Pingrey: Hija, por favor escúchanos. Se que sonamos muy mal, al decir todo eso. Y que seguramente nos odias, pero... Cuando creímos que mi hermana murió, no podía dejar a mi sobrina recién nacida en un orfanato. Tú abuelo estaba mal de salud para cuidarla y... La única solución, fue adoptarla. Le pusimos el nombre de mi hermana y la dejamos con nosotros, como nuestra hija. - dice la rubia en un tono de tristeza, haciendo que Carol se agarre el cabello con frustración.

Carol: Como pude ser tan ciega. Cookie no tiene nada de parentesco conmigo, ni con ustedes. Ella siempre ha sido muy diferente a nosotros. Su cabello, ojos, rostro... Todo. - dice la rubia bastante frustrada, mientras se sentaba en una silla. Para luego mirar a un lado. - ¿Quién más sabe de esto?.

Sra. Pingrey: Tú abuelo y Sebastián. Ellos 2 son los únicos que lo saben, pero ahora... Tenemos que confirmar si es cierto que tú tía sigue con vida o no. - dice la rubia en un tono más serio, mientras se limpiaba los ojos. - Solo te pedimos que nos guardes este secreto, por lo que más quieras, solo mantenlo oculto de tú hermana. Ella si se pondría realmente mal, no es tan fuerte como tú. Es débil y muy propensa a llorar en situaciones fuertes, por favor hija.

Carol: Como me puedes pedir eso mamá. Mi hermana, merece saber la verdad. Y no pienso dejar, que ustedes le oculten esto. - dice la rubia en un tono serio, mientras intentaba salir de la cocina, pero es detenida por su mamá. - No... Suéltame.

Sra. Pingrey: No Carol, por favor no le digas. Judith, no debe saberlo. No va a poder asimilarlo, y por eso te pido, discreción. Por favor, no le digas nada a tu hermana. - dice la rubia en un tono de preocupación, mientras veía como las lágrimas comenzaban a brotar de los ojos de su hija.

Carol: No puedo creerlo de ustedes. Hmm... No saben el dolor que siento en mi corazón. Pero... Pero por no ver sufrir a mi hermana, mantendré mi silencio. Hasta que confirmen si esa mujer sigue viva. Por que si se confirma o no que esta viva, de todas formas le diré a mi hermana. Ella está en todo su derecho de conocer a su madre biológica. - dice la rubia con lágrimas en sus ojos, mientras caminaba hacia la puerta. - Pero eso si... No quiero hablar con ustedes en un tiempo... Necesito reflexionar bien esto. Nos vemos después.

Sra. Pingrey: Pero... Hija. - dice la rubia en un tono de preocupación, hasta que su marido se acerca a ella y la abraza. - Por que tenemos que pasar por esto. No me gusta ver a mis hijas sufrir, y menos por mi culpa. - corresponde el abrazos. - Dios... ¿Cómo reaccionará Judith?.

Sr. Pingrey: No lo sé... Y eso es algo que me tiene con muchos pensamientos, entre ellos el miedo. No puedo dejar de pensar, si hicimos o no lo correcto, en traer a Judith a casa. - dice el rubio en un tono de preocupación, mientras abrazaba a su esposa. La cual comenzó a sollozar en su hombro.

Un rato después, en la cabaña Rochester. Zoe se encontraba cortando algunos vegetales, al mismo tiempo que escuchaba una pequeña radio. Hasta que de pronto, esta se da cuenta de algo y al mirar a un lado, observa a Rachel, la cual tenía una mirada algo baja, mientras cortaba algunos vegetales.

Zoe: Rachel, te noto algo decaída. ¿Te encuentras bien?. - dice la pelinegra en un tono de preocupación, mientras veía como la pelinegra, miraba el cuchillo, viendo sus ojos reflejados. - ¿Oye, en verdad estás bien?.

Rachel: Si, no te preocupes, Zoe. Solo pensaba en algunas cosas, es todo. Estoy bien. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras seguía cortando los vegetales. Al mismo tiempo que Zoe, se voltea hacia un lado.

Nuestro nuevo hermanitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora