Solo quiero el divorcio

Cap 2: Arreglarse el peinado

La voz se apagó, y la habitación cayó en un silencio mortal al instante.

El padre Ye levantó la mano y arrojó la taza de té, con una voz severa: "¡¿De qué estás hablando?!"

La taza de té de arena púrpura cayó a los pies de Ye Fei y se rompió en pedazos. El té caliente que quedaba en la taza salpicó sus tobillos. No estaba muy caliente, pero había una sensación de ardor.

Se puso de pie y extendió las manos: "Entonces no hay nada que hacer".

"¡Creo que solo estás buscando problemas!" el padre Ye señaló a Ye Fei y dijo arrogantemente: "Te lo digo, tienes que encargarte de esto hoy, ¡y tienes que encargarte!".

Ye Fei se burló y quiso decir algo, pero Ye Yao lo interrumpió.

"Ye Fei, dijiste que me lastimarías más", Ye Yao parecía haber sufrido una gran humillación, mirándolo con el cuello estirado, "¿Así es como me lastimas?"

Ye Fei miró fríamente a Ye Yao. Tenía dos años cuando murió su madre, y Ye Yao solo era tres años menor que él. Se podría decir que los dos hermanos crecieron juntos.

Veinte años, es tiempo de criar a un animal, pero ¿qué pasa con Ye Yao?

El corazón sincero de Ye Fei hacia él fue intercambiado por regodeo vicioso y maldiciones crueles frente a la cama del hospital. Antes de eso, Ye Fei nunca supo que su hermano menor, aparentemente guapo, en realidad le tenía tanto odio en el corazón.

Una cosa que no es tan buena como un cerdo y un perro, ¿cómo puede tener la cara para amarlo?

Ye Fei dijo: "¿Eres digno?"

Tiene un par de ojos con forma de melocotón hermosamente formados, pestañas gruesas y delgadas, románticas y cariñosas cuando sonríe, pero tiene una sensación convincente de agudeza cuando está frío. En este momento, solo le echó un vistazo a Ye Yao, lo que lo hizo temblar involuntariamente.

Consciente de su propia reacción, Ye Yao se molestó: "¿Estás **** enfermo? ¿Ayuda o no ayuda, quién te crees..."

"¡A-Yao!" el padre Ye lo detuvo a tiempo.

Ye Yao abrió la boca, pero bajo la mirada de advertencia del padre Ye, la cerró a regañadientes.

"¿Exactamente qué es lo que te disgusta?" el padre Ye avivó el fuego y dijo solemnemente: "No olvides que la empresa también tiene tu parte, ¡y ayudar a Ah Yao también te ayuda a ti mismo!"

Ye Fei sacó su teléfono móvil para navegar por las noticias recientes y dijo: "¿Soy raro?"

La capacidad de Dingyuan para sobrevivir hasta ahora se debe enteramente a él, solo tiene que pensarlo, no solo un Dingyuan, incluso diez Dingyuans no tienen nada de qué preocuparse, cómo puede codiciar algo así.

"¡Tú!" El padre Ye fue golpeado en los pulmones, se le estancó el pecho y tosió violentamente.

"Papá, ¿estás bien?" Ye Yao se adelantó de inmediato y le alcanzó agua para darle palmaditas en la espalda. Después de mostrar a su buen hijo, se volvió hacia Ye Fei: "¡Mira cómo enojas a papá!"

"Ye Yao", Ye Fei dio un paso adelante y lo miró con media sonrisa, "Por qué no sabía que eras tan desvergonzado antes".

"¡Tú, **** desvergonzado!" La personalidad de Ye Yao era impulsiva, y su cerebro rugió por esta frase, y se precipitó con los puños cerrados sin pensarlo.

Ye Fei dio un paso atrás, se volteó de lado para evitar sus movimientos y levantó la pierna con fuerza.

Ye Yao no esperaba que el hermano mayor que siempre respondía a sus necesidades realmente comenzara con él. Desprevenido, se le aflojaron las rodillas y cayó pesadamente sobre la mesa de café de vidrio.