Cap 12: ¿Quieres comer pudding de leche?

795 150 44
                                    

"En 20XX...", Cheng Minghao estaba muy sorprendido, "¿Ya conocías a Ye Fei hace siete años? No puede ser, ¿cómo no lo sabía?".

Hace siete años aún estaban en la universidad. Cheng Minghao y Yan Xiao no sólo eran compañeros de clase de la misma especialidad, también compartían dormitorio y pasaban casi todo el tiempo juntos. No se había dado cuenta para nada de que Yan Xiao tuviera algo especial pasando...

¡Un momento!

De repente Cheng Minghao tuvo una idea: "Cuando volvimos de las vacaciones de verano ese año, dijiste de repente que querías emprender tu propio negocio. No será que..." miró a Yan Xiao, "¿fue por Ye Fei?".

Yan Xiao no respondió, pero su silencio lo decía todo.

"Ahora tiene sentido." Cheng Minghao estaba muy impresionado.

En su especialidad, Yan Xiao había sido extraordinario. Lideró al equipo para participar en la Competencia Internacional de Programación Universitaria por dos años consecutivos, ganando el campeonato ambas veces. Gracias a eso, su universidad se convirtió en la única de Asia que ha obtenido hasta ahora el título en las finales globales del evento.

No se sabe cuántas renombradas empresas tecnológicas internacionales le ofrecieron trabajar con ellas, pero tras conversar con su profesor, Yan Xiao las rechazó a todas. No se le daban bien las relaciones sociales. Cosas que para la mayoría eran pan comido, para él resultaban extremadamente difíciles.

En lugar de lidiar con el mundo corporativo, su personalidad encajaba mejor en la investigación académica.

El profesor ya le había planeado su futuro: cursar una maestría y un doctorado en el MIT después de graduarse para luego volver a su alma máter como profesor. Y Yan Xiao había seguido ese camino todo el tiempo.

Sin embargo, un día cambió repentinamente de idea. Sin importar cuánto el profesor intentó persuadirlo, se empeñó en emprender su propio negocio.

El respetable profesor, furioso, le advirtió que no le daría ninguna ayuda antes de echarlo de su oficina.

En ese momento, tanto el profesor como Cheng Minghao pensaron que Yan Xiao no duraría mucho. Su confianza rayaba en arrogancia, no tenía forma de soportar las dificultades y el escrutinio externos.

Pero se equivocaron.

Yan Xiao fue rechazado por inversionistas, llamado anormal y expulsado bruscamente de oficinas, pero nunca se rindió.

Tantos años después, su compañía se había desarrollado hasta posicionarse entre los líderes de la industria. Cheng Minghao casi olvidaba cómo fueron los inicios hasta que escuchó todo esto.

Cheng Minghao miró a Yan Xiao con expresión compleja: "Entonces, el nombre de nuestra empresa Feixiang Technology...

Un destello de orgullo cruzó tan rápido los ojos de Yan Xiao que Cheng Minghao no alcanzó a captarlo.

"Es un juego de palabras con los nombres de Ye Fei y yo", dijo Yan Xiao. Tras una pausa, no pudo evitar añadir con presunción: "Suena muy bien".

Reinó el silencio en el pasillo. Cheng Minghao estaba tan impactado que le tomó un buen rato recuperarse.

Yan Xiao lo ignoró y empezó a hacer algo con su teléfono. Pronto se oyó el audio de la conversación que acababan de tener:

—"No vuelvo a casa esta noche, te aviso."

—"Estoy donde un amigo divirtiéndonos."

Satisfecho, Yan Xiao escuchó dos veces antes de guardar la grabación y comentar: "Esta función es muy útil, voy a comprar acciones de su empresa.".

Solo quiero el divorcioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora