Tres

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"¿Y si entra alguien?"

Gemini negó con la cabeza. Pasó el cerrojo de la puerta, lo agarró por los muslos y lo subió a la superficie de mármol sin aparente esfuerzo.

"Quiero dejarlo todo claro" murmuró, desabrochándose el botón del estrecho pantalón a duras penas. "No soy un príncipe azul, no voy a decirte lo bonito que lo tienes todo, no voy a llevarte a cenar y no voy a conocer a tu familia"

Fourth puso los ojos en blanco. La camisa demasiado abierta dejaba ver la piel bronceada y perfecta de sus clavículas. No resultaba demasiado fácil mantener la atención.

"Eso espero. Porque mi familia ni siquiera sabe que soy gay" dijo con aspereza, y él alzó una ceja.

"¿...En serio? ¿...Tú?"

Apretó los labios. En cualquier otro momento habría fingido sentirse ofendido, pero estaba demasiado urgido y sabía que tenían poco tiempo.

"Mira, estoy de acuerdo con todo eso, sólo quiero que me folles" susurró, tirando de sus pantalones ya desabrochados para atraerlo hacia sí. Gemini se acomodó entre sus piernas sin protestar; esbozaba una leve sonrisa.

"Genial. Todo claro" se estiró para besarlo con rudeza; sus labios se sentían amoratados para cuando se separaron.

Pasó las yemas de los dedos por su pelo ya desordenado.

"Me encanta tu pelo" murmuró. Hablaba para sí, pero Gemini pareció oírlo.

Fourth seguía hundiendo los dedos experimentalmente entre sus mechones de cabello.

Era sorprendentemente suave; se escurría como agua de sus manos.

Se le escapó una risita propia de una adolescente. Él ladeó la cabeza.

"¿Entretenido?" preguntó con sorna, pero su voz sonaba ronca y ligeramente temblorosa.

Apartó las manos, irritado.

"Vamos" lo urgió. Empezó a quitarse la chaqueta, pero él lo interrumpió con sus propias manos; era más fuerte de lo que había previsto, y Fourth se dejó enseguida.

"Déjame hacerlo a mí" le oyó murmurar con concentración.

Fourth contuvo la risa.

"¿Es que eres un romántico?"

"Cállate" le oyó espetar, pero había un asomo de sonrisa en sus labios.

Gemini le desabrochó la camisa, pero no se la quitó; deslizó los dedos por su pecho, casi experimentalmente, y la emprendió enseguida con el cierre de sus pantalones. Tiró de ellos y los arrojó al suelo sin mirar a dónde caían. Los calzoncillos los siguieron; se mordió el labio inferior al acabar de bajárselos. Fourth se removió un poco, incómodo por su mirada.

"¿Qué pasa?" preguntó en voz baja, intentando no sonar avergonzado. Pero él sacudió la cabeza.

"Nada" se inclinó y lo mordió en el hombro con delicadeza, y Fourth abrió los ojos.

"No me marques" murmuró sin aliento, y él se separó de su piel, pero atrapó sus labios entre los suyos al segundo siguiente.

"¿No te gusta?"

Era difícil explicarlo con todos sus instintos cantando que sí le gustaba, que lo quería, que se sentía morir sólo de pensar en el aire sobre su piel, frío y decepcionante después de sus labios suaves.

"M-me gusta, pero no quiero" sus labios lo interrumpieron de nuevo "n-no quiero que lo vean, mi madre..."

"Hm. ¿No quieres que sepa que su hijo es una putita?"

F | geminifourthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora