Capítulo 24

543 41 5
                                    


Observo a mi familia palotear a la vez, queriendo saber cómo estoy y qué ha pasado. Están todos los que asistieron a la comida, incluyendo a mi hermana y cuñados. Abro la boca para responder, pero la cierro ante la imposibilidad de responder. Todas las voces se superponen produciendo un ligero dolor de cabeza.


Cierro los ojos y suspiro intentando dejar pasar el estrés que me invade, pero algo envuelve mi mano y comienza a acariciarla. Abro mis ojos y veo la mano de Liam envolviendo la mía. Me sería imposible no reconocerlo. Levanto la vista hasta fijarla en sus ojos llenos de preocupación y dolor.


— Estoy bien cariño — doy un leve apretón a su mano. Pero las voces siguen gritándose entre sí cada vez con más intensidad, obligándome a tapar mis oídos con mi mano libre. Siento que mi cabeza va a explotar.


— Todo el mundo fuera — como un rugido, la voz grave de Liam se hace eco en la habitación, logrando traer un poco de paz mental.


El silencio reina entre todos los presentes, pero antes de que nadie pueda hablar de nuevo, mi marido continúa.


— Gritando y actuando como locos, solo estresáis y molestáis a Alice — se sienta a un lado de la cama en la que estoy recostada — Luego podréis verla de nuevo y hablar con ella. Ahora largo - señala la puerta — Mi mujer necesita descansar.


Todos salen de la habitación intentando hacer el mínimo ruido posible, pero no puedo dedicarles una mirada, mis ojos están absortos en los ojos miel que me envuelven.


— Perdóname cariño — me envuelve entre sus brazos — Es culpa mía que estés en esta situación, yo... — presiono mis dedos contra sus labios callándolo.


Echarle toda o parte de la culpa a Liam no sería justo ni lógico. Él no sabía si aquel chico era o no Chris ni si le había puesto los cuernos a Caitlin. Podían ser perfectamente dos extraños. En todo caso, son nuestros amigos los que deberían habernos dicho que es lo que está pasando, porque desde luego bien no están.


— No ha sido por ti cielo — le sonrío — No me encontraba bien desde hacía rato, ahora entiendo mi estado anímico ha tenido que ver — apoyo mi cabeza en tu hombro y lo veo fruncir el ceño.


— ¿Te encontrabas mal durante la comida y no dijiste nada? — asiento, levantando mi cara y mostrando mi mejor cara de inocente — ¡Jesús, Alice! ¿Por qué no me lo dijiste?


— No quería preocuparte — replico — Estaba convencida de que era por el atracón de pistachos — suspira. Aún sigo creyendo que la bolsa de pistachos me acabó sentando mal también. Creo que estaré un tiempo sin comerlos.


— ¿Pero ahora estás bien? — acaricia mi mejilla con sus nudillos.


— De veras que sí — cojo la mano que no me acaricia y la posiciono sobre mi barriga — Lo tengo todo y no podría estar más feliz — las comisuras de su boca se elevan mostrando sus dientes y formando pliegues alrededor de sus ojos. Una de esas sonrisas que me enamoraron.


— No quiero que pienses que hiciste mal en no contarme lo que escuchaste en la discoteca. No sabías si era él o si estaba pasando algo entre ellos, no quiero que te culpes por algo de lo que no tiene que ver contigo. ¿De acuerdo? — Liam asiente.

MI VIDA DESPUÉS DE...Where stories live. Discover now