7. Una explicación

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Los cocineros del Baratie, observaban como Sanji subía sus utensilios, sería un viaje largo pero no demorable.

Quienes se observaban eran tres adultos, un niño y dos niñas. Al final de cuentas Zoro no podía dejar encargada a Ena, solo así porque sí.

Además, Zoro confiaba en la fuerza y voluntad de ella, era su protegida después de todo.

- Será raro no verte aquí, maldito - gritó un cocinero.

- Será raro no oler sus asquerosos aromas - respondió en consecuencia Sanji.

- Tomate tu tiempo, nosotros somos incluso más capaces de proteger el lugar si no estás de estorbo.

Sanji lanzó una maleta a las manos de Usopp; para después caminar a donde estaba su esposa y padre.

- Nos vemos, viejo de mierda - inclinó la cabeza adelante, mostrando respeto.

Zeref, que para ese momento se había recuperado un poco,  sonrio divertido por este niño suyo. - ¿qué pasa berenjena? Si no eres capaz de despedirte no lo hagas - después jalo su oreja -. Escucha, tenemos todo bajo control aquí, no debes preocuparte. Tú has  viajado por le mundo y regresado aquí en una sola pieza; serías patético si no lo hicieras otra vez.

- Maldito viejo de mierda - a pesar del nombre, le abrazo -. Cuidalos.

- Claro.

Entonces se acerco a Pudding. Esta le paso una pequeña caja.

- Toma - Sanji se sorprendió, era una caja con pasteles y dulces -. No es mucho, pero puede ayudarles al comienzo.

- Pudding-chan - la abrazo de manera que su rostro quedo en la curvatura de su cuello.

Por un momento ella estaba apunto de sacar espuma de la boca, mas recuperó la razón antes de ello. Lo apartó de un empujón - Otra cosa - entonces su rostro se oscurecio -; serías poco hombre si no regresas.

Sanji después de sorprenderse se rió, asombrandola - claro - revolvió su cabello -. Voy a regresar.

Sanji era el último en subir al barco antes de partir.

Fue entonces que Luffy se dirigió a Zeref - ¡Yosh! No vamos ossan, ¡gracias por la comida!

- ¡Gracias por la comida! - gritaron Mika e Isamu.

- ¡Regresen pronto! ¡Berenjena, no mueras tan fácil!

- ¡Sanji-san, lo esperaré!

Y así el barco se fue alejando.

Cuando Sanji prendió su cigarro hablo.

- Salgan ya.

Las personas en la cubierta no entendieron, hasta que del mini comedor salieron sus hijos. Les miro, después solo cerro los ojos.

- No voy a preguntar que hacen aquí; sólo les advertire - entonces se acerco a los rostos infantiles - Apartir de ahora me tendrán que ayudar a cada cosa que  diga, no podrán emitir pero, ni discutir y además seré estricto con ustedes, ¿entendido?

- Sí.

- Bien, por que van a saber lo que es el infierno al viajar con este tipo - señalo a Luffy.

Los mellizos tragaron saliva, aún así en el fondo estaban felices de no tener que regresar

[Una merienda en grupo después]

Rendido, agotados y martirazodos eran las únicas palabras para describir a los mellizos.

- Dios, matame - dijo el mayor.

- ¿qué clase de mounstro es él? - refiriéndose a Luffy, quien no hacía caso por estar peleándose con Usopp y Zoro por un trozo de comida, de fondo Isamu apoyaba a su padre.

La aventura De MikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora