La aventura De Mika

20. Tal vez...

El mar de Grand Line contaba con una infinidad de islas, algunas inmensamente grandes, otras pequeñas, otras en las nubes y otras en un volcán. Al haber tantas islas, las personas debían pensar en métodos para atraer visitantes. Tal es el caso de "Pinos blancos" quienes venden madera y otros souvenir a piratas y marines para mantenerse a flote.

No era mucho, pero desde hace tiempo se habían ganando una fama. Eso y por su extraña criatura de las nieves, porque la isla tenía la peculiaridad de nevar todo el año y pocas veces ver el sol. Aún así su pueblo estaba bastante acostumbrado a este hecho, además de siempre ver a cada pirata pasar por aquí, oigan tal vez no tengan madera tan buena como la madera de Adan, pero por lo menos resistía lo suficiente para surcar estos mares.

Sin embargo nada los preparó para la llegada sorpresiva de los mugiwaras, la tripulación del rey pirata y con niños abordo de ella. En serio estaban adelantados a su época.

- A-achu.

- Iugh, usa un pañuelo - le paso uno la rubia, pero el moreno no se dio cuenta -. ¡No con mi abrigo, tonto!

- Perdón- aún así se seguía limpiando con la manga del abrigo.

- ¡ah! - el reno se acerco hasta donde ellos estaban - ¡deberías estar descansado, Yusoop!

[Si le cambie el nombre, nada mas para más comodidad]

- Pero ya me siento mejor - trato de sonreir para convencerlo, pero lo único que causo fue que un moco escurriera de su nariz.

- Si, claro; ¡vete al barco a descansar! - en ese momento se encontraban en una calle bajo la nieve en el centro de la villa.

Con la única finalidad de conseguir medicamento, algo de esa madera, reabastecer la despensa y lo más importante aventura.

Ante el regaño, solo pudo hacer un puchero e irse triste al barco, no estaban muy lejos de el tal vez a 70 pasos de distancia.

- Diablos, ambos estan siendo un dolor de cabeza - se quejo el pequeño doctor.

- ¿qué sucede Chopper-san?

- Nada, Sora. Solo Yusopp y Mika no quieren descansar, apesar que les dije que lo hagan para mejorar, también Ena no quiere descansar, y Zoro no ayuda mucho al hacerla entrenar.

La rubia veía con lástima al pobre doctor que tenía que cuidar de la gripe a tres niños imperativos, desde hace una semana.

- Ah, si tan solo ustedes no hubieran saltado al mar  hace una semana - se lamento - ¿y aún no entiendo como tu hermano y tú no se enfermaron?

Sora se encogió de hombros.

Hace algunos días~

Era un día muy hermoso, salvo por un pequeño detalle, hacía una calor del infierno, bueno no pero si hacía que todo el mundo quisiera hacer nada.

Todos en la cubierta estaban tirados en el suelo, pues no tenían ni las ganas ni las energías para hacer algo, apesar de la sombra que los paraguas diseñados por Franky dieran lugar.

- Ne, Chopper

- ¿qué pasa Usopp? - pregunto el doctor desde las piernas de Robien, él era quien peor la pasaba con el calor.

- Creo que me acaba de dar un golpe de calor - eso lo alertó, corrió hasta dar a su lado. Lo primero que vio fueron sus ojos desenfocados -. Creo que veo un coro de ángeles.

- Yohohoho, yo también Usopp-san, me pregunto si me dejarán ver sus panties.

- ¡Ahhhh! ¡Resistan!