12. No me subestimes

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En la parte baja del lugar, que más bien era un sótano, Mika veía andar a las ratas entre las jaulas, paredes y algunas tuberías.

- Ven, ven - susurró siendo solo escuchado por ella - ven, ven.

Siguió llamando, esperando que le hicieran caso.

En la parte de arriba de las escaleras, un hombre corría para llegar hasta el primer piso justo donde se encontraban sus líderes.

- ¡Jefe, esto es malo!

Todos fruncieron el ceño.

- ¿Qué pasa? - pregunto Blanche.

- No sé por qué, pero hay alguien en la parte de arriba - se escucho su voz nerviosa al pensar lo que vio -, todos nuestros hombres fueron heridos por él.

Ante esas palabras todos en el lugar se levantaron. Pero fue en ese momento que otro hombre bajaba laa escaleras.

- Jefes, esto es malo. Roronoa Zoro, Kuroashi Sanji, God Usopp y Cyborg Franky se acercan al lugar.

- ¿qué acabas de decir? - pregunto Morigoldo aterrado.

Pero Voltoir se giro al primer hombre que había llegado. Lo jalo de cuello de su camisa.

- ¿El intruso era moreno y tenía una cicatriz debajo del ojo derecho? - por su voz se veía su desesperación por una respuesta.

- Eh, s-sí.

Ante la respuesta los ojos de Voltoir se abrieron preocupados, ya sabía de quien se trataba.

- Morigoldo llama al resto de hombres y empiecen a movilizar las mercancías. Los demás detengan a esos cuatro a como sea lugar.

- ¿qué? ¿por qué?

- Tenemos a mugiwara no Luffy como invitado - eso asombro a sus secuaces, nunca se esperaron una respuesta como esa -. Voy a recibirlo personalmente- con esas palabras desapareció.

Fuera del lugar los cuatro mugiwaras veían el edificio.

- ¿seguro que es aquí? - pregunto Zoro.

Hasta que escucharon gritos de dentro.

- Así es.

- Bueno - piso lo último que quedaba del cigarro.

Cuando salieron tres personas del edificio.

...🍊

- ¿en serio solo vamos a esperar? - pregunto incrédulo Isamu.

- Ellos dijeron que todo estaría seguro en sus manos.

- Aún así...

La azabache se levantó - Isamu tiene razón, no podemos dejarle todo el trabajo a ellos.

- Cierto, Mika-chan puede salir lastimada si no intentamos algo.

- Bueno pero ¿tienen idea de dónde puede estar? - se cruzó de brazos la rubia.

Frente a donde los niños hablaban, paso el mismo señor que intento secuestrar a Ena. Esta al ver quien era sonrió asturamente.

- Tengo un plan... - se acercó a las hermanas de cabello afro - Kiwi-san, Mozu-san, tengo algo que decirles.

Estas se sorprendieros y se acercaron para escuchar la. Al haber oído todo entendieron que debían hacer ahora.

La aventura De MikaWhere stories live. Discover now