11. Cadenas

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- ¡Ahg, que valiente niña! ¡no estoy llorando idiotas! - se cubrió los ojos tratando de no dejar ver sus lágrimas.

- ¿un pañuelo? - pregunto Cake.

- Gracias - se sono la nariz con el, intento regresarlo. Recibiendo solo una mueca de asco.

- Noo, se lo regaló.

- Muchas gracias - fue que su cerebro hizo sinapsis - ¿y tú de quién eres?

Entonces el brazo de Sanjin se recargo en la cabeza ajena - Es mi hija Cake y por allá está el malo de mi hijo Zeff - señalo al niño que comía tranquilamente solo para alzarle el dedo medio - ¡Teme! - lo pateo.

- Oh - no tenía más palabras para decirle.

- ¿Franky, te acuerdas de mi hijo? - lo presentó.

Franky al ver al niño recordó a un bebé escandaloso y que odiaba la super cuna que le había construido - Claro que sí, como olvidaría a un bebé como él.

- ¿Gracias?

En alguna otra parte de Water Seven, mugiwara corría por las calles y gritaba por el nombre de Mika, pues no lograba escuchar su voz o presencia.

- ¡Mika!

Por su parte en la habitación humeda y llena de celdas, la buscada se desesperaba con el pasar del tiempo.

- Esto es malo, no puedo quedarme aquí. Luffy-san debe estar preocupado por mí- toma aire.

- AYUDA, ¡estoy encerrada! ¡no conozco a éstas personas! ¡alguien por favor saquene! - cuando de pronto algo choco con los barrotes ensuciando su ropa.

- ¡Callate mocosa! - gruño uno de los niños del lugar, por su apariencia se veían mucho más grande que ella, tal vez 13 o 15 años - gritar no te servirá de nada; nunca nadie nos ha escuchado- le sonrió burlonamente - solo acabarás con tu garganta y energías.

Aún después de ese consejo, Mika lo ignoro y siguió gritando, importando poco que recibiera su jaula más golpes de esas hoyas y mojandola. Ella tenía que salir de aquí a como de lugar, tenía que todavía encontrar a su mamá.

Sobre la habitación donde Mika se encontraba secuestrada, un grupo de hombres fumaba, bebian y jugaban a las cartas, como si estuvieran en un casi aunque solo era la casa de uno.

Entre ellos estaba el tipo alto que trajo a Mika, Blanche.

- ¿Cuándo transportaremos a la mercancía?

- Mañana en la mañana, Jean. Nos moveremos a la isla más cercana de aquí,Moriote y ahí dejaremos a los mocosos con los nuevos dueños.

- ¿cuándo recibiremos nuestra parte?

- Eso puede tardes, Morigoldo. Tienen que llegar a Sabaody para que ganar algo.

- Tch, desde que esta ciudad empezó a navegar como si fuera un barco es más difícil nuestro negocio.

La venta de humanos o cualquier raza era un tema bastante común en el mundo; el cual era preferible no hablar de ello. Entre la venta de estas raza, estaba la venta de infantes. ¿Por qué? Era mejor no preguntar eso, nunca se sabe que intenciones se tiene con ellos.

Para estas ventas infantiles siempre hay una red larga y extensa que conectaba a los cuatro mares y a la Gran Line. Para que el Neo gobierno no diera con las organizaciones que hacían esto había una manera, creaban cadenas entre diversas islas y siempre cambiaban a los "productos".

Era común que varios de ellos murieran en el proceso, pero eso que importaba. Solo era importante la ganancia sobre la perdida.

Mucha de esta gente se movía entre el Inframundo y el Mar negro, haciando gala de una buena publicidad.

La aventura De MikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora