¿Tenemos un trato?

10. Qué lindo se mi puño en tu cara.

Holi hay un capitulo antes.

10. Qué lindo se mi puño en tu cara.

— Ay porque Ezra es leal, amoroso, atento — comenzó a Luca a molestarme. Utilizaba un tono aniñado y verdaderamente molesto.

— ¿No tienes un trabajo? ¿O alguna serpiente venenosa a la cual ir a molestar? — le pregunto con cara de pocos amigos.

Luca suelta una carcajada, luego se acomoda mejor en mi escritorio. Tiene la revista en la mano, lleva diez minutos molestándome.

— No planeo verme con Cloe — comenta sin mucho interés.

Eso me hace reír.

— Solo por eso no te voy a gritar, pero sal de mi escritorio. No es decente que estés así sentado...

— Seguramente vos y mi hermano, hicieron muchas cosas indecentes en este escritorio — dice con sorna.

Le tiro con un sacapuntas en la cabeza.

— Mas respeto, que soy una dama — lo regaño, soné muy seria y enojada. Lo cual hace que borre su sonrisa.

— Lo siento, era un chiste. Claro que te respeto Verena — se disculpa sinceramente.

— Yo quizás exagere, mi acento hace que parezca que siempre estoy enojada.

Eso lo hace reír.

— Así que... conociste a mi hermano cuando ya no era novio de Cloe.

— No tan así, sé que se seguían viendo... pero fueron las primeras dos semanas.

— Ah claro — Luca comienza a mover las cosas de mi escritorio. Toqueteando mis adornos — ¿Serás tía?

— Eso veo — murmuro.

— ¿No estas emocionada?

— Eh sí, pero me entere en la entrevista. Justo cuando la reportera me lo dijo — comento con sarcasmo.

— ¿Qué? ¿No sabias que tu cuñada tiene como ocho meses de embarazo?

— ¡OCHO MESES! — exclame sorprendida.

Luca me miro confundido. Claro, él no sabe nada de mi vida privada...

— Digo, ocho meses ¡Sí! Que rápido pasa el tiempo — intento arreglar lo que acabo de decir.

— No, no me engañas a mi cuñadita....

— No te engaño, es que dije cualquier cosa. Tengo mucho trabajo, no puedo hablar ahora.

— Si claro, como no... A ver dime...

Luca iba a seguir hablado, cuando se escuchó la voz de un hombre enojado gritando.

Me levanto de mi asiento para ver que es todo ese escándalo. Me quedo helada, al ver a Jeremías ahí parado.

— VERENA — grito furioso.