❝𝕊𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕤❞ | 𝑃𝑒𝑟𝑐𝑦 𝐽𝑎𝑐𝑘𝑠𝑜𝑛 ☆

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Como les digo que pasé de estar sentado comiendo esa deliciosa comida a correr por mi vida con los demás, ya que cierta persona con serpientes en la cabeza nos perseguía.

—Demonios, si hubiera prestado más atención en vez de comer como un glotón, no hubiera pasado esto—Pensé.

Corrimos hasta que no sabíamos a dónde ir. A Grover se le ocurrió la idea de usar los zapatos que le regaló Luke a Percy para distraer a Medusa, mientras los demás escapábamos. Pero con ese plan, no llegaríamos ni a la esquina.

Debí haber tenido un poco más de fe en el plan antes de que la bocota de mi conciencia se abriera. Creo que estoy empezando a dudar si soy hijo de Apolo.

Tuvimos que separarnos y escondernos, ya que el plan salió mal.

«»

Escuché a Medusa hablar, pasos acercándose más y más al lugar donde se encontraba el grassetto. Me preocupé demasiado, y no sé por qué, pero rápidamente me escabullí lo más rápido que pude, hasta que estuve detrás de la mujer. Pero de reojo vi a Annabeth; ella me colocó la gorra que le había regalado su madre, y cuando iba a atacar, alguien fue más rápido y le cortó la cabeza.

—Oh dioses, no, no—Lo único que pasaba por mi mente era cuando ella me sonrió porque yo le había creído. Me sentía tan culpable. Mi idea no era asesinarla; era solamente herirla para poder huir. Ella no lo merecía. Era su instinto desde que la maldijeron. Ese hombre y esa mujer no eran su culpa. No era culpa de esos dioses ignorantes. Los odiaba por ser tan injustos con las personas inocentes.

«»

Annabeth y yo estábamos mirando a Percy desde adentro. Él tenía un plan para acabar con Alecto. No era tan tonto después de todo, bueno, en sí era un poco tonto, pero realmente bonito. Su ceño se frunció; él no había pensado eso. Oh, claro que no. Eso no pudo salir de su conciencia. Percy era un tonto, y él no era bonito, ni sus ojos azules tan profundos como el mar mismo, ni sus pecas tan tiernas en su cara y sus labios. Oh, sus labios tan atractivamente hermosos. Oh, no, claro que Percy era un tonto feo. Sí, obviamente que sí.

—Ari? ¡Ari! —Escuché un grito que me hizo sobresaltar en mi lugar.

—¿Qué pasó, Annie?.

—Como que ¿qué pasó? Te quedaste mirando a Percy por un tiempo sin quitarle la mirada de encima—Dijo con su ceño fruncido.

—Nada, solo estaba mirando que Alecto no lo matara, digo, no es como si estuviera mirando su cara y sus hermosos labios. No, claro que no, qué cosas dices, Ann—Dije nervioso. Pero Ann me miró de una manera rara, como de felicidad, para luego reírse como una loca. Y ahora, ¿qué hice? ¿Tengo un payaso o qué?

—Oh, dioses, Ari, eso fue amor a primer golpe, literalmente.- Siguió riendo como una loca. No entendí a lo que se refería. —Digo, no he dicho nada de la cara de Percy y sus hermosos labios, Ari.—Dijo, haciendo énfasis en "hermosos".

Creo que mi cara fue un poema, ya que su risa aumentó más de lo que era. No alcancé a contestar que era mentira, que no me gustaba el caballito de mar, cuando se apareció en la puerta y nos miró raro, probablemente porque Annabeth no se paraba de reír de mi desgracia.

OMG, gracias por los votos y los comentarios. Sinceramente, cuando empecé a escribir, pensé que a nadie le iba a gustar. En serio, muchas gracias.♡

P.D.: Casi me les voy el sábado.

Xio☆