8

1.3K 186 37
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






-Oiga señora, sin ofender, pero su abrigo, si es que se le puede llamar abrigo, es horripilante. Hasta la profesora Umbridge de Harry Potter se viste mejor que usted - Dije sin ofender a la señora enfrente nuestro.

Mala idea, la loca de abrigo horrible abrió la pequeña jaula donde salió un ser algo extraño y aterrador. Muy aterrador. Apenas salió, clavo, un aguijón en el brazo de Percy. Corrí hacia él y lo ayudé para que pudiéramos escapar, mientras Anna saltaba con su daga para clavársela al monstruo.

Annabeth apareció y nos miró, luego su mirada se detuvo en la mano de Percy, donde aún sostenía el aguijón.

-¿Crees que es venenoso? - Preguntó preocupada, mirando a Ann.

-Por el momento no lo sé, pero todo lo que viene por parte de los monstruos no es bueno - Me miró fijamente. Sé lo que está haciendo, me escaneaba. Esa niña era muy lista para su edad.

Pero no le di importancia; había que correr y eso hicimos. Trabamos la puerta, pero fue en vano, esa cosa la rompió.

-Le está enseñando a cazar - Ann nos miró. - Equidna dijo que solo era un bebé. Eso significa que no se puede separar muy lejos de su madre.

-¿Cuándo dijo todo eso ella? - Pregunté confundido.

-Cuando estabas tan concentrado en criticar su horripilante abrigo - Dijo Percy sonriendo.

Lo miré sonriendo, sentí como bichos en la panza se movían. Creo que voy a morir.

Salimos corriendo del tren y nos dirigimos a un santuario de Atenea. Annabeth dijo que era un lugar seguro para nosotros.







«»







-Vaya escondite - Miré el lugar.

-Oye, no critiques. Es lo que hay. Además, Equidna no puede entrar aquí. Está protegido por mi madre - Exclamó Ann.

-Solo decía - Seguí caminando. Entramos a un museo donde había varios niños escuchando a un señor hablar de no sé qué. En ese momento, no me importaba. Solo me centré en Grover. Su cara era de preocupación, frustración y tristeza.

-¿Qué sucede, Grov? - Pregunté preocupado. Él me generaba mucha ternura, y verlo sin esa sonrisa de oreja a oreja era muy raro.

-Los animales, Ari. Ellos solo tratan de vivir, pero estas personas solo los ven como comida, para tenerlos en exhibición o incluso encerrados. Los animales fueron hechos para ser libres como todos - Sus ojos estaban llorosos, pero eso no quitaba el hecho de que había una pizca de furia al hablar.

Lo abracé. Él se acurrucó en mi hombro. Podía escucharlo sollozar y luego lágrimas mojando mi ropa. Él era tan puro e inocente que también me daban ganas de meterlo en una cajita de cristal para que nadie lo toque, como a Annie.

❝𝕊𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕤❞ | 𝑃𝑒𝑟𝑐𝑦 𝐽𝑎𝑐𝑘𝑠𝑜𝑛 ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora