Acechando a su presa

158 11 0
                                    

Desde hace varios días no se han tenido noticias sobre Caleb, incluso a su mano derecha (Edwin) no se le ha informado nada. Él esperaba obtener información por parte del equipo de seguridad de Caleb por si surgía algo contraproducente con Caleb. Ha intentado comunicarse por todos los medios, pero todo ha sido en vano. A Eleanor parece no preocuparle.

En medio de la sala de la gran mansión Edwin caminaba desquiciado. En su interior creaba ciertas posibilidades: "¿Y si no salió bien el operativo con Benson? ¿Y si fue herido?".

-¿Por qué estás así Edwin? -le pregunta Eleanor.

-¿Es en serio tu pregunta? -a Edwin le parece tonta la pregunta de Eleanor-. Tu esposo no aparece por ninguna parte ¿No es razón suficiente para estar preocupado?

-Pense que lo conocías, es obvio -dice sin emoción Eleanor.

-¿Que es obvio?

-Él simplemente no aparece porque no le apetece.

-¿Por qué?

-Está enojado.

-¿Con quién?

-Contigo.

-¿Conmigo?

-Si, porque lo desobedeciste.

-Por ti...

-No, no, no... Tú aceptaste. No me culpes a mí de tu irresponsabilidad. Si él me pregunta te culpare a ti.

-Tu me manipulaste.

-Aja. Aún así. No debiste aceptar. ¿Cómo pudiste? Caleb confío en ti -Eleanor lo mira con los ojos entrecerrados en forma de desaprobación.

-Y él en ti.

-Pero él ya me conoce, sabe que no obedezco. Por eso te encargo a ti mi seguridad, que decepción. -Eleanor se cruza de brazos y bufa indignada.

-Tuuuu, eres una malagradecida. Debí encerrarte y listo. Ahora seré ejecutado por tu culpa.

-Ya cálmate, no es para tanto.

-Lo dices porque nunca los has visto realmente enojado. Contigo solo es un inofensivo conejo. Pero creo que está vez no te lo pasará.

-Corrijo, no los pasará. -Recalca Eleanor.

-Mejor me voy a dormir.

Edwin se marchó a su habitación molesto y frustrado, aunque realmente no se arrepentía de haber ayudado a Eleanor, finalmente eso era algo para ayudar a Caleb. Por su parte Eleanor también se marchó a su habitación a descansar, se dispuso a colocarse un hermoso babydoll de encaje que resalta sus hermosos glúteos y senos, pijama que recién estrenaba. Pego su cara a la almohada, ella esperaba que Caleb estuviera bien como se lo dijo a Edwin. Ella ya deseaba que Caleb regresara pero al mismo tiempo temia que lo hiciera, si porque efectivamente Caleb enojado es el mismo lucifer en persona. Unos minutos más y quedó dormida aunque no del todo porque permanecía en alerta, así tendría que estar hasta que regresará Caleb ya que el peligro para ellos era constante.

...

Un hombre cautelosamente entra a la gran mansión, este hombre conoce perfectamente cada rincón de ese sitio, ha estudiado el perímetro a detalle. Es un hombre que también ha vivido allí. Sabe cómo manipular los monitores de seguridad para no ser detectado. Antes de llegar a la habitación de su presa, antes pasa al bar de la mansión a servirse unos tragos. Cuidadosamente toma un vaso de vidrio y destapa la botella para servirse un trago puro de Vodka, el tintineo de su reloj plateado de gran lujo choca un poco con el vaso. Sus movimientos son elegantes y finos. Los tragos son para bajar un poco de su tensión y estres. Bebé sin tapujos la bebida de un solo sorbo, la bebida arde un poco en sus cuerdas vocales. Pero esto no es nada para él. Su cuerpo es bastante resistente al alcohol. Para estar ebrio necesita grandes cantidades de consumo de alcohol. Después de bebér se sirve su último trago para subir a la habitación de su presa.

Mi Maestro Es Mi VecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora