one-shots Neuvifuri

Por qué el Dragón de Hydro no bebe alcohol

 ❝ Como celebración de su aniversario centenar desde que se conocieron, Furina y Neuvillette asisten, de incógnito, a una mascarada. De todas formas, la noche acaba de una manera muy distinta a su comienzo.  ❞

( Escrito antes de la 4.2. )

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Neuvillette seguía en el proceso de observación humana. Hacían numerosos años de años que el Dragón de Hydro se había reencarnado en ese cuerpo humanoide. La misma edad que llevaba conociendo a Focalors.

Era ella quien insistía en que abriera su perspectiva a los mismos. Si hacía el sacrificio de pasar tiempo con ellos, era por Focalors. En realidad, su Arconte era su única razón de ser en aquellos instantes.

Como seres elementales y soberanos, era inevitable apoyarse el uno en el otro. Mientras que Neuvillette la amparaba y ayudaba con asuntos oficiales, ella lo sacaba de su zona de confort. Aprendía sobre todo de ella; Le hacía comprender el motivo de su nueva vida.

Como en aquellos bulliciosos instantes.

Nunca había asistido antes a una mascarada. Las escasas veces que atendió eventos oficiales, no se quedó demasiado tiempo. Aun así, como era el "aniversario centenar" desde que se conocieron, según señaló Focalors, tuvo que hacer una excepción.

Había gente allá donde miraba. El salón alargado era lo suficientemente amplio y ostentoso como para dar cabida a prácticamente toda la clase alta de Fontaine.

Del techo colgaban numerosos candelabros de cristal. Sobre estos se dibujaban escenografías en el techo curvado, que acababan uniéndose a la pared en forma de columnas y arcos. En ellas narraban historias y leyendas de Fontaine. Le sorprendía como meros humanos eran capaces de crear un arte tan detallado de brochas y pintura.

Por una vez, Neuvillette no se había quedado en un lugar apartado. Su Arconte y él danzaban junto a otras parejas de baile. Ambos llevaban ropajes conjuntos, como de costumbre. Incluso sus máscaras plateadas iban a juego. Unas que ocultaban sus verdaderas identidades.

La música clásica podía distinguirse entre el ruido del ambiente. Ignorándolo, Neuvillette siguió moviéndose al ritmo de Furina, dejando que guiara el baile como quisiera.

Que no los hubieran reconocido a aquellas alturas solo probaba la fiabilidad del camuflaje añadido. Ventajas de poder manipular el agua a su antojo. Incluso eran capaz de hundir sus apariencias en unas distintas a los ojos del resto. Sería un escándalo y atosigamiento que precisamente ellos dos estuvieran danzando en medio de la pista de baile.

No era inusual que el Dragón de Hydro solo tuviese ojos para su diosa. Su corazón latía con vergonzosa fuerza cada vez que Focalors intentaba acortar aún más las distancias con excusas de no escucharle lo suficiente. Todavía podía discernir el olor dulce de su perfume, tentando a ser probado.

—Has mejorado mucho desde la primera vez que bailamos juntos —recalcó Furina, sonriente—. ¿Recuerdas cómo me pisabas?

—Y me sigo arrepintiendo tan profundamente como aquel entonces —suspiró levemente—. No estaba acostumbrado a sostenerme en dos piernas. Tan largas, además... Podría decirse, si me permites, que me has ayudado a caminar en numerosos aspectos.

Su corazón latió con fuerza frente a esa confesión. La cuestión de si había sido directa rondó su mente cuando su Arconte lo miraba tan fijamente. Solo para que soltase...

—¡No he entendido ni jota! Acércate más...

Esa distancia era de lo más prudente. Si se acercaba más, igual llamarían la atención.