one-shots Neuvifuri

Club de Teatro

 ❝ Un evento traumático y difuso provocó acromatopsia en Neuvillette. Cuando entró en un nuevo instituto donde terminaría sus años de secundaria, los colores volvieron a él gracias a una estudiante de segundo año, pero solo con ella. En la búsqueda del porqué, nuestro protagonista se abre a nuevas experiencias. ❞

( Escrito después de la 4.2. )

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I. Septiembre

Sucesos borrosos del pasado arrebataron a Neuvillette los colores de su vida.

Se había acostumbrado a ver todo a su alrededor en blanco, negro y gris. Apenas recordaba cómo solían ser. Las tonalidades quedaban lejos de su alcance, casi tanto como sus recuerdos.

Y, en aquellos instantes, sentado en primera fila del auditorio, todo se veía igual que siempre. Bueno, difiriendo en una cosa:

Ese instituto era nuevo.

En él, en principio, estudiaría los últimos tres años de secundaria antes de ir a la universidad.

Nunca había sido de echar raíces por el menguante trabajo de su padre. En realidad, no tenía expectativas de que fuera a quedarse allí al año siguiente. Como de costumbre, forjar relaciones no traería más que despedidas amargas.

Con esa visión monocromática adueñándose de su vida, terminó de oír las palabras del director.

—Doy por finalizado el discurso. Os dejaré con nuestro club de teatro. Nuestra brillante alumna estrella, Furina de Fontaine, y líder del club, ha insistido en recibiros.

Subió al escenario una joven de baja estatura. Neuvillette quedó hechizado por ella durante unos instantes.

Caminaba dignamente, como si estuviera acostumbrada a las miradas posadas sobre ella, a ser el centro del escenario. Se adueñó del micrófono y de la atención de todos los allí presentes.

—Sí, bueno, también soy mejor conocida como Focalors, mi nombre artístico —explicó brevemente, sonriente—. ¡Bienvenidos un año más! Para los que no me conozcan, soy la líder del club de teatro, estudiante ejemplar y de honor de segundo año y posible delegada de mi clase...

A cada palabra que decía, no podía evitar sentir más curiosidad por ella. Neuvillette prestó atención a los gestos mientras hablaba. Le resultó llamativo cómo una chica de no más de diecisiete años podía con tantas cargas sobre sus hombros y además ofrecerle al público su mejor sonrisa.

En él se plantó la semilla de la admiración.

Sellada, aún más, por lo que vino después.

—Bueno, sin más dilación, comenzará nuestra obra.

Las luces se atenuaron para que se centraran en los actores en escena. Neuvillette siempre había sido afán de todo lo que rodeaba ese mundillo, más lo que le llamó la atención fue que...

De la actuación de Furina, salieron colores.

No podía ser.

Se frotó los ojos, los entrecerró y frunció el ceño. Tomó aire antes de volver a mirar a Furina.

Seguían ahí.

Pero solamente en ella. Podía distinguir cómo su tono de pelo no cambiaba demasiado, pero mechas azules se apoderaban del blanco predominante. Al estar en primera fila, pudo distinguir también su heterocromía.