Los chicos lentos son tomados [TK]

2. La visita a JiHyo.

—¿Qué haces acá?—.

—Hola a ti también, Noona. Un gusto verte, te extrañé igual—.

JiHyo le recrimina con la mirada.

—Te dije que yo lo resolvía—Da una rápida mirada a la puerta cerrada detrás de su hermano, están en un pequeño cuarto libre de oficiales, pero hay unos cuantos detrás de la misma puerta.

—Y yo no lo veo demasiado resuelto—Canturrea, sentándose frente a la alfa.

—Sabes que a veces es tardado.

—Y justamente por eso. No quiero que estés lejos y sola, somos solo nosotros dos, no puedo estar lejos sin estar al tanto de tu situación.

JiHyo comprende, el semblante se le ablanda y entonces se levanta, levanta a la altura de su pecho sus manos esposadas y JeonGguk sonríe grande, caminando hasta ella y entrando por abajo en el espacio que se forma entre los brazos de esta. Enreda sus brazos en la cintura de su hermana mayor y después besa su mejilla.

—Estaba preocupado—Dice, bajito. Siente a JiHyo asentir.

—Lo sé, cachorro.
La alfa alza los brazos y libera a su hermano, de nuevo toman asiento y esta vez JeonGguk calla y espera a que su hermana formule alguna palabra, pero no lo hace.

—¿Nos vamos a quedar aquí mirándonos?—Pregunta, de repente ansioso. La mujer ríe y niega.

—He robado en la casa de Kim TaeHyung.

—¿Y Kim TaeHyung es...

—Viene de una familia adinerada. El punto es que me encontró dentro de su casa y por eso estoy aquí.

—Déjame hablar con él, voy a conseguir sacarte—.

—No. No hablarás con él porque no cambiará de opinión. Mi abogado trabajará lo suficiente como para reducir el tiempo aquí. No hay opción de servicio.

JeonGguk mira a su hermana, se ve tranquila y segura, pero ambos saben que las cosas no funcionan así. Si el niño rico estaba lo suficientemente molesto podía comprar a su juez, podría mover un solo dedo y JiHyo pasaría la condena máxima en prisión. JiHyo solo puede arriesgarse, JeonGguk sabe que de él depende no hacerlo.

—¿Qué tal la fianza?

—No tenemos esa cantidad de dinero.

—Déjamelo a mí.

—JeonGguk, no sabes cuánto dinero es. Se necesita negociarlo con Kim, dice que le falta un anillo carísimo y lo quiere de vuelta o al menos el monto de este, pero yo realmente no tomé ningún anillo, él me quitó todo lo que había tomado.

—Entonces déjame...

—No quiero que te acerques a ese alfa, JeonGguk—Su voz es firme, como pocas veces lo ha sido con su hermanito menor. El omega frunce sus labios y asiente, se ve casi deprimido.

JeonGguk no sabe quién es Kim TaeHyung, pero Jeon JiHyo ya trató con él; con el prepotente e inteligente niño rico. La había amenazado, "Intenta salir, inténtalo, voy a ver como te arrastras, si quieres tanta compasión voy a enviar a tu hermanito delincuente a tu prisión."

Jeon JiHyo no pensaba que interrumpir en la casa del dichoso alfa Kim le traería tantos problemas, pero aquí estaba, en prisión y temiendo por la libertad de su menor.

—Promete que no vas a meterte en esto, deja todo en el dichoso abogado.

JeonGguk asiente.
—Prometo hacer lo mejor para que salgas de este lugar.

Hay un rato de silencio, en el que la dudosa mirada de JiHyo debate contra la seguridad de su menor. Dicho momento se rompe porque la puerta es abierta rápidamente, en un instante aparece un guardia, mirando a la alfa y a su familiar.

—La visita terminó—Avisa. El omega se levanta, se despide en silencio pero con sumo afecto, con su corazón vibrando, en esta conexión que solo JiHyo logra percibir, pero esta deja el semblante serio y sale detrás de él, solo que es guiada al otro lado del pasillo.

—¿Cómo te ha ido?—DaHyun se levanta de su silla en cuanto ve al pelinegro del área de visitas.

—¿Cuál es la dirección de Kim TaeHyung?—Pregunta, sin rodeos.

JiHyo no tenía porqué enterarse, él había prometido hacer lo mejor para hacerla salir de ahí lo antes posible, y la salida más fácil, si no es llegar a un acuerdo, es pagar una fianza.

Buscaría el dichoso anillo y él sí lo robaría para pagar la fianza de su hermana,
O dejaría de ser Jeon JeonGguk.