3. El plan de JeonGguk.

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El edificio de la multimedia es el edicio de TaeHyung, con el cambio de que abajo es una cafetería y no una boutique.

3. El plan de JeonGguk.

Lleva poco más de tres horas sentado en la acera frente al edificio, ha prestado atención en el más mínimo detalle. Sabe, por DaHyun; que el dichoso alfa vive en el cuarto piso, ha salido al balcón, —como típico rico privilegiado sin responsabilidades—, a tomar el sol de la mañana, tomando lo que podría ser un té. No hay cámaras, ni vigilancia, parece todo demasiado privado, en este punto en que puede ser peligrosamente descuidado.

JiHyo había elegido bien.

JeonGguk no quiere levantar sospechas, ha fumado dos cigarros en la acera, sentado a ratos, recargado en la barda del local del otro lado de la calle, ha memorizado un par de contraseñas pertenecientes a los vecinos de TaeHyung, cuando se ha quedado fuera de la cafetería, había pedido un café que él ni siquiera disfruta de beber, así que no necesita quedarse más tiempo en ese lugar. Está por marcharse, pero entonces un hombre sale del edificio; cabellos castaños claros perfectamente peinados, lleva un traje color gris, tiene un porte elegante, JeonGguk se atreve a decir que perfecto.

—¡Kim TaeHyung!—Gruñe una persona desde dentro del edificio, es una voz fuerte, le pertenece a un hombre—¡Estoy hablando contigo, mocoso!, ¿crees que puedes dejarme hablando con la pared?

El alfa mira dentro del edificio con desinterés y sigue su camino, cruza la calle y sube a su auto. El hombre que estaba dentro también sale, lleva su teléfono en mano, es atractivo, de hombros anchos, labios gruesos y cabello castaño.

—Ya va hacia Blue Spring, madre rentó una salsa de conferencias para la reunión, te veo allá—JeonGguk escucha un suspiro por parte del castaño, parece estresado y cansado—¿Cómo que no sabes cuál?, ¡el que está frente a la playa!

Gracias, desconocido.

¡Más te vale apurarte!, me queda a quince, no quiero que me hagas esperar, NamJoon—Y después las pisadas fuerte haciéndose lejanas.

Es un buen momento para entrar, el momento perfecto, en realidad. Sin embargo JeonGguk toma su teléfono, teclea blue spring justamente la aplicación de transporte le indica que está a diecisiete minutos de distancia, pide el transporte privado y cuando está dentro del auto se pregunta qué demonios está haciendo.

No tiene respuesta, pero mucho menos tiene intención de arrepentirse.

(...)

Hay turistas por todas partes, vistiendo ropa de verano y disfrutando de la cercana playa, si se gira puede distraerse fácilmente en tan bonito paisaje, por eso mismo se priva de distracciones y se enfoca en mirar el edificio frente a él. Kim TaeHyung no tiene intención de salir de su auto, está entretenido en su teléfono, a ratos sonrisas se le escapan, JeonGguk se pregunta si tendrá omega. Desvía por un instante la mirada a la playa, su omega interior gruñe y él le regaña por dicho berrinche, él definitivamente no tiene tiempo para corretear en la arena y disfrutar del sol. Regresa su vista a Kim, y grande es su sorpresa cuando no lo encuentra en el auto, pero está entrando al lugar.

Su teléfono vibra en el bolsillo trasero de su pantalón y lo toma, distrayéndose en la acción.

—¿Hola?

—JeonGguk-Ah, vine a casa para invitarte a comer y no estás, ¿a dónde fuiste?, entiendo que lo de tu hermana te tenga preo...—DaHyun le cuestiona, confundida.

—Vine a... la playa—Responde, interrumpiendo a la beta.

—Oh—Se detiene de darle el sermón de ser impulsivo, pensaba que JeonGguk estaba haciendo otro tipo de cosas—Bueno, en ese caso está bien. Relájate un poco, pensé que estabas haciendo algo incorrecto.

JeonGguk ríe entre dientes, pero parece muy convincente, al menos para DaHyun.

—Por supuesto que no...—Dice, suave y risueño—Sé lo que es lo mejor para mi noona—Esta vez es honesto, juguetea con el pircing en su labio mientras escucha las palabras de la amiga de su hermana mayor.

—Confío en que sí. No regreses muy tarde, estaré al pendiente del teléfono por si algo ocurre, no dudes en llamar, ¿bien?

—Bien—Y termina la llamada.

Pasa tal vez una hora, ve a TaeHyung por el cristal del edificio, sonriendo al teléfono otra vez y gruñe sintiéndose frustrado, él tan malditamente tranquilo y feliz y su hermana en la estación de policía, a unos cuantos pasos de prisión.

Listo, lo ha decidido. JeonGguk se da media vuelta y se aleja del edificio, con un nuevo destino: El departamento de TaeHyung.

(...)

Inhala, exhala.
No sabe porqué se siente nervioso, después de un tiempo haciendo lo que hacía había perdido el miedo, al menos ya no lo sentía como antes, pero hoy se siente como si fuese su primera vez robando. Teclea la correcta contraseña en la cerradura inteligente y mira con asombro escondido el interior del edificio. Es bonito, muy muy bonito.

El elevador suena, antes de que este se abra sube por la escalera. Verifica que no haya cámara alguna y triunfante llega al quinto piso, en donde vive la anciana que ya había conocido cuando estuvo espiando por fuera, la mujer riega sus plantas con mucho esmero, les da un par de cumplidos y después busca a su gordo gato.

—Diga—Abre la puerta.

—¡Hola!, el señor Kim me ha pedido de favor que abra su puerta, las llaves se le han quedado dentro, ¿podría bajar por su balcón?

La mujer parece concentrada en sus palabras.

—¿Otra vez?, Ese joven TaeHyung—Suspira—De tantas veces que las ha perdido ya ni energías tiene de buscarlas. Le he dicho que ponga esa cerradura del edificio, no puede darse un tiempo de comprar una... pasa, pasa, jovencito. Puedes ir al balcón.

Y JeonGguk, triunfante y sonriente, se dirige a su destino.

Los chicos lentos son tomados [TK]Where stories live. Discover now