ꕤ「capitulo 3」

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—¿Cómo acepté venir a este lugar?— se quejó JungKook dando un largo suspiro de resignación.

—Soy muy bueno convenciendo a las personas, no por nada decidí meterme a esto de los negocios— se pavoneó el otro hombre.

El azabache solo rodó los ojos y negó con su cabeza un tanto divertido por la respuesta de su amigo, tenía razón. Namjoon era quien se encargaba más de persuadir a los compradores, convenciendolos a la perfección que ellos son la mejor opción para todos sus proyectos.

Cuando ya estuvieron dentro del bar en el que festejarían el cumpleaños de la secretaria de Namjoon, Jisoo. Una mujer rubia de ojos color café muy carismática, se decidieron por buscarla a ella o a alguien más de su trabajo.

—¿Si quiera sabes dónde está Jisoo?— preguntó Jungkook buscando con su mirada a una rubia de estatura promedio, pero todo era un tremendo fiasco, habían varias rubias en el lugar, sería difícil poder encontrar a la que estaba buscando. 

Ambos hombres estuvieron buscándola por un largo tiempo en el que Jungkook ya se había frustrado al no poder encontrarla entre todo aquel montón de personas, ni si quiera se estaba divertido en lo absoluto y se estaba replanteando en regresar a su casa con una barata excusa, ya después felicitaría a la mujer.

—Debe estar por ahí, te apuesto a que está con JiEun, ese par de rubias son muy amigas, la llamaré para comprobarlo, espero y escuche su celular— el ojimiel sacó su celular y comenzó a llamar a JiEun lo más rápido que pudo, ya hacía rato había notado el ceño fruncido de su amigo y sabía que en cualquier momento éste se marcharía.

—De acuerdo, JiEun suele estar muy pendiente de su celular cuando sale de fiesta, así que espero y conteste, ya me aburrí de estar aquí y si quieres que me quedé, necesito algo de alcohol— se quejó como enésima vez en lo que llevaba de la noche.

JiEun era una rubia con cabello corto ondulado muy alta con ojos de color marrones, muy bonita a decir verdad, y con una anatomía esbelta con curvas en los lugares correctos.

JiEun era amiga de ambos hombres desde hacía ya un largo tiempo, pero su relación con Jungkook era un poco más íntima, la rubia era una de las mejores amigas de Jeon, quién le tenía mucho cariño a aquella rubia que había conocido en la universidad y lo apoyó demasiado en cada uno de los aspectos de su vida y se había convertido en prácticamente su mano derecha en su compañía junto con Namjoon.

Para suerte de ambos, en especial la de Jungkook, la rubia contestó la llamada y les dijo que estaban al otro extremo del bar en la barra tomando diferentes tipos de tragos que ofrecía el sitio, y a juzgar por el tono de voz de la mujer, se podía notar que el alcohol ya le estaba haciendo efecto.

Los dos se dirigieron hacía el lugar que JiEun les había indicado y al llegar se encontraron a dos mujeres casi desalineadas por tanto beber y bailar. Jungkook no se sorprendió al ver el aspecto de JiEun ya que en la universidad solían salir demasiado de fiesta y ésta siempre trataba de vivirlas al máximo.

—Juuuungkook— canturreó la rubia abalanzandose sobre el azabache, colocando sus largos brazos alrededor de su cuello. —¿Que haces aquí? ¿Cómo es que Nam te logró convencer de venir cuando yo he tratado miles de veces?— preguntó curiosa la mujer con una sonrisa en sus labios y su nariz un poco arrugada, ahora le debía 100 dólares a Namjoon.

—Un mago jamás revela sus secretos— respondió Namjoon a la pregunta que había hecho la de orbes marrones haciéndola reír sobre el hombro de Jungkook.

—Hola, señor Jeon, me alegro que haya aceptado venir— dijo la mujer de ojos color cafe quién no estaba mejor que JiEun.

—Solo dime Jungkook, estamos fuera del horario de trabajo, así que no hace falta tanta formalidad, y de nada, no hay de qué— sonrió soltandose del agarre de JiEun para poder tomar asiento cerca de ambas chicas.

be my daddy | kooktae♡Where stories live. Discover now