9. Rojo cereza

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Hubo un silencio repentino. Jungkook contuvo la respiración, bajando el pulso para mantener la calma, pero aún así con los sentidos alerta.

—Maldita sea, duele—Se escuchó a Taehyung quejándose en el otro lado de la madera y Jungkook no se lo pensó dos veces antes de tumbar la puerta, lo que provocó que un Taehyung con el pelo mojado saltara asustado.

Lo primero que Jungkook vio fue el color rojo. Las gotas rojas adornaban los azulejos, una toalla azul completamente teñida de parches rojos y carmesíes adornaban la camisa y el cuello de Taehyung y lo que más se destacó fue un pelo rojo húmedo.

Espera. ¿Qué? ¿Pelo rojo?

—¿Jungkook?—Taehyung preguntó sin aliento, con una mano en el pecho y grandes ojos oscuros en un marrón cobrizo—Me asustaste. ¿Cuándo viniste? No te escuché entrar. Espera ¿acabas de romper nuestra puerta?

Jungkook rápidamente colocó el cuchillo detrás de él, escondiéndolo con dificultad con una mano en la parte posterior de sus pantalones, camuflándolo con su camisa blanca. Se acercó a Taehyung, quien estaba con una toalla tratando de limpiar algo en el suelo. Lo tomo de los brazos y lo levanto para que se siente en el inodoro. —Tae, ¿estás bien?

Taehyung parpadeó confusamente respondiendo:
—Por supuesto, pero... pareces asustado. ¿Ha pasado algo?—Su cara frunció el ceño con preocupación, colocando una mano en el lado del cuello de Jungkook, dedos largos ligeramente manchados con tinta roja acariciando la sensibilidad de su pulso. Un gesto que trató de transmitir consuelo.

—Acaba de escuchar un ruido y...—Jungkook comenzó lentamente—pensé que...—¿cómo iba a explicar que notó cosas fuera de lugar y pensó que estaban bajo ataque?

Pero Jungkook no tuvo que pensar mucho en su respuesta, ya que Taehyung habló por el:

—¡Oh, eso! Tenía en mente que era necesario un cambio de aspecto, así que pensé, ¿por qué no rojo?—comenzó a contar sobre su día. Jungkook sabía que cuando Taehyung habló de algo que lo emocionó, iba a ser una larga charla—Estaba pensando en pedirle ayuda a Jimin, pero su turno terminó hasta la medianoche y cómo quería sorprenderte, decidí hacerlo yo mismo, pero cuando terminé de cambiarme me tropecé y el contenedor se derramó con el resto del tinte, creo que hice un desastre. Aunque prometo limpiarlo esta vez—explicó Taehyung mordiéndose nerviosamente el labio mirando el suelo salpicado. Jungkook parpadeó ante la información, tratando de captar todo—pero mira, ahora estamos combinados—su cara se iluminó ante la idea y le mostró a Jungkook una gran sonrisa.

—Vaya que si me diste una sorpresa—Jungkook se rió un poco para aligerar su tensión, y el peso de su arma se hizo evidente para él. Tomó la toalla manchada del suelo y envolvió el pelo aún mojado de Taehyung, haciéndolo reír. Se quitó el pelo de la frente para plantar un beso, haciendo que su nariz tocara el cabello y oliera el producto químico de los productos para el cabello—Terminemos de limpiar esto, no queremos que se quede una mancha permanente en el suelo.

Taehyung se echó a reír fuertemente.

—¿qué?—preguntó Jungkook.

—Tu nariz está roja—explica entre risas—te pareces a Rodolfo.

—¿Y de quién es la culpa?—bromeando con una sonrisa, dándole otro beso en la frente.

Taehyung le acarició el cuello de nuevo antes de asentir y salir del baño para ir a la cocina por el trapeador y una esponja, dejando a Jungkook solo en el baño.

Jungkook se limpió la nariz antes de salir del baño, caminando hacia su armario. Abrió uno de los múltiples cajones para tomar una pequeña caja de metal con un candado debajo de una pila de camisas blancas, puso el simple código de cuatro dígitos y abrió la caja colocando el cuchillo que estaba escondido en su espalda. En el interior había un par de papeles doblados que Jungkook habría preferido quemar pero sin tener la voluntad de hacerlo, dos armas blancas y una foto de él con su hyung y sus padres, la cara de su padre estaba cortada, haciendo que pareciera que era solo una foto familiar de tres. Jungkook mira tristemente la imagen y la vuelve a poner en la caja, cerrándola. Jungkook sabe que sus demonios se están acercando y no puede continuar con el lujo de mantener la guardia baja.

Im not a Monster [kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora