Las cosas cambian, el camino comienza a torcerse y el perfecto mundo de Draco Malfoy cambia radicalmente cuando se presenta como un omega a los 12 años. Y se dará cuenta de que no solo cargará con ser el único omega en su familia, si no también recu...
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Ya con el cuerpo revitalizado, y con ganas de ver a sus amigos, también con ganas de presentarse en sus clases de criaturas mágicas, fue rápidamente hacía el gran comedor, tomando de un pequeño bowl, una manzana verde. Sus favoritas. Y casi trotando fue hasta donde era la clase. Luego de buscarlos por todo el jardín del colegio, se concentró en el lazo de manada y los encontró, por lo cual fue hasta ellos.
Los alcanzó a mitad de camino, reuniéndose con sus amigos, que iban detrás de los Gryffindors. Ellos lo saludaron con preocupación, pero él con un leve asentimiento de cabeza les hizo saber que se encontraba mejor. Aquel lugar le hacía sentir relajado, era algo despejado, con árboles enormes haciendo una divisoria del bosque a los jardines del colegio. La fresca brisa le arrullaba trayendo deliciosos aromas del pasto mojado, húmedo por las gotas del rocío mañanero que había caído, los árboles con sus hermosas flores perfumando el sitio. Sobre todo el aroma fresco de canela y limón que provenía de cierto alfa moreno.
Carraspeó ignorando el aroma de Potter, tomando el monstruoso libro de los monstruos, quien lo miró con aquellos enormes ojos al sentir que estaban por abrirlo. Sonrió cuando el libro le gruñó en advertencia. Los demás parecían asustados ante el libro, incluso algunos Gryffindors habían sido atacados por el libro al intentar abrirlo. Con cierta diversión observó a Neville siendo atacado por el libro.
"Solo tienes que acariciar el lomo." Comentó el gigante, Hagrid. Este levantó sus hombros con obviedad al ver a sus alumnos siendo atacados por el libro.
Draco pasó sus manos suavemente por el lomo, sintiendo la rugosidad de la cresta que el libro tenía, este mismo cerró los ojos pareciendo complacido por la caricia, el rubió escuchó un pequeño click cuando el libro permitió que lo abriera. Con curiosidad pasó la vista por el índice, buscando si tenía información sobre los dragones. Escuchó a algunos de sus compañeros reír, y levantó la mirada ante el reciente barullo. Al parecer Hagrid se había retirado para buscar a una criatura. Sus compañeros repitieron un cuchicheo entre ellos, para luego llamar la atención de Potter.
El alfa volteó algo fastidiado. El pelinegro arrugó el entrecejo algo confundido, buscando a alguien entre las personas que lo molestaban, y pareció aún más molesto cuando no logró encontrar a alguien entre esas personas. Draco observó todo con atención, las expresiones del joven le parecían divertidas, por lo que una breve sonrisa se formó en sus labios.
"Parece que te busca." Escuchó a Nott susurrarle. El rubio le dió un codazo suave al alfa castaño.
"No digas tonterías." Ante las palabras de su amigo, soltó una suave risa.
Al parecer aquella pequeña conversación, aquel acercamiento del castaño con el rubio y la risa del mismo, llamó la atención del moreno, quién al parecer se molestó aún más con aquel comportamiento.
"¿Qué da tanta risa, Malfoy?" Potter lo miró con ojos irritados. "Ya veo, ahora que eres omega ¿Mandas a tus guardianes a molestarme?"
¿Qué? Draco lo miró confundido por un par de minutos, sin saber exactamente cuando su nombre había entrado en toda la pelea. Quiso ignorarlo, volver a su lectura, deseoso de seguir buscando lo que estaba buscando, pero las siguientes oraciones lo dejaron helado.
