† ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ sᴇᴠᴇɴ †

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— Detesto admitirlo, pero esta pasta es la mejor que he probado.

YoonGi sonrió ante las palabras de YajaTzael, por lo que sabiendo que le gustaba, no dudó en servirle más en el plato mientras JiMin observaba todo en silencio, sin querer iniciar una conversación amena.

— ¿Cómo aprendiste a cocinar?

— Bueno, mi papá me enseñó desde muy pequeño — YoonGi respondió — Me enseñó a lavar mi propia ropa, a cocinar, a limpiar.

— ¿Tu papá cocinaba así de bien?

Él se encogió de hombros con una sonrisa antes de servirle un poco de limonada a JiMin y una taza de café a YajaTzael, quien solo se encontraba robando más pasta del tazón porque de verdad que estaba tan rica que le había alborotado el hambre.

— Mi papá cocinaba muy bien, de ahí aprendió Jaeh y GiYoon — Comentó — El único de la familia Min que no sabe cocinar es Zael.

— ¿Y eso?

— No lo sé, parece que la cocina es su mayor enemiga — Rió — Ha intentado hacer algo, pero solo termina quemando las ollas.

— Aww, es un gatito chiquito.

Tanto YajaTzael cómo él se soltaron a reír, bastante llevaderos en la conversación y en el momento, pero eso a JiMin simplemente le estaba provocando una incomodidad terrible.

Bien.

Está bien.

Él sabía perfectamente bien que tal incomodidad eran celos, envidia por el hecho de que YoonGi estaba riendo con alguien que no era él y eso lo hacía sentirse culpable porque era YajaTzael, su propio padre de quien sentía celos, preguntándose por qué carajos debía llevarse tan bien con YoonGi cuando al principio lo odiaba tanto.

Park YajaTzael no era un hombre que vivía riendo o sonriendo de todo y menos si no era de forma sarcástica o malvada, pero en esos momentos YoonGi le estaba sacando miles de risas con sus anécdotas tontas que le estaban provocando malhumor.

Al parecer, la terapia no estaba funcionando para nada y si seguía ahí, iba a terminar haciendo un completo desastre.

— ¿Tan así?

— Te digo, hombre, Zael es bueno para todo, pero no para cocinar — YoonGi reafirmó — Tampoco tiene paciencia para hacerlo.

— Sí... Dael es muy bueno cocinando — Comentó YajaTzael — Ya sabemos que él le podrá cocinar a tu tío, ¿no?

— Ay, muñeco.

Él solo pudo encoger los hombros con un drástico cambio de humor, y es que tan solo de imaginar a Dael preparando el desayuno para Zael, le carcomía el corazón y lo hacia ponerse tan mal que solo pudo jugar con la comida, eso lo notó YoonGi, quien sonriéndole suave, le pellizcó la mejilla de manera juguetona, pero ese pequeño gesto hizo que JiMin estrellara el puño contra la mesa con tanta fuerza que ellos lo voltearon a ver.

— Este, yo... tengo que ir al baño.

Antes de que YajaTzael le diera una buena regañada por lo que hizo, se levantó rápidamente para irse de la cocina, dejándolo con YoonGi.

— ¿Cómo van las terapias?

— El psicólogo dice que JiMin no parece dar de su parte para cambiar — Murmuró — Y eso me hace sentir culpable.

— Pero no es tu culpa, muñeco — Respondió el menor — Carajo, eres un excelente padre.

— No creo serlo, más bien creo que lo mimé demasiado — Sonrió — Él miedo de perderlo me hizo aferrarme a él.

ᴍʏ ɴᴀɪʟs, ʜᴀɪʀ, ʜɪᴘs, ʜᴇᴇʟs 「†」 ʏᴏᴏɴᴍɪɴ [ʟɪʙʀᴏ ᴅᴏs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora