ᴍʏ ɴᴀɪʟs, ʜᴀɪʀ, ʜɪᴘs, ʜᴇᴇʟs 「†」 ʏᴏᴏɴᴍɪɴ [ʟɪʙʀᴏ ᴅᴏs]

† ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ɴɪɴᴇᴛᴇᴇɴ †

— ¿En dónde está? ¿En dónde está?

— No sé, yo... ¡Allá está!

YajaTzael volteó a ver hacia la azotea del edificio mediante la ventana que había, ahí pudo ver cómo JiMin estaba en la orilla en un intento de suicidio.

— JiMin... — Susurró — ¡JiMin!

Como si su propia vida estuviera en peligro, corrió hacia la puerta junto con YoonGi y trataron de abrirla para ir donde JiMin e impedir que saltara, pero esa maldita escoria estaba en su contra y no quería abrir porque estaba bajo llave.

— ¡JiMin! ¡JiMin, no saltes!

— No te escucha, muñeco.

YoonGi hizo una mueca, luego buscó intentar forcejear la cerradura mientras YajaTzael golpeaba la ventana con desesperación, pues era su hijo el que quería morir desde un edificio.

— ¡JiMin! ¡JiMin! ¡Papá está aquí, espérame!

Maldición.

Desesperado y asustado por lo que le pudiera pasar al menor, empujó a YoonGi para que se quitara de en medio y así él pudiera patear la puerta un sinfín de veces, ya que no iba a permitir que JiMin muriera, eso no iba a pasar.

La puerta era de un material tipo cristal oscuro, bastante fuerte a decir verdad, pero ni eso podría compararse nunca con la adrenalina que un padre sentía cuando sus hijos estaban en peligro.

YajaTzael golpeó con el codo el maldito cristal, no se rindió en lo absoluto y dio golpe tras golpe hasta que esa mierda empezó a romperse, pero él no tenía la paciencia para esperar, por lo que estrelló el puño una sola vez hasta lograr que el cristal se rompiera por completo en la parte de donde estaba el pomo.

El agujero no era tan grande y su mano no cabía a la perfección. De hecho, para poder meterla y buscar quitar el seguro, llegó a cortarse parte de la muñeca y toda la mano en sí a causa de los cristales rotos que quedaron.

Su mano empezó a sangrar mucho por las múltiples cortaduras que se había ocasionando y que seguía ocasionando cada que la movía para quitar el seguro, pero es que eso no importaba nada, porque su vida podía estar en peligro, mas la de JiMin no.

— Maldita puerta.

Por la ventana echó una rápida mirada y cuando observó que JiMin ya estaba listo para dejarse caer, se alejó un poco de ella solo para estrellar el pie en una patada que la destruyó por completo.

— No grites, lo vas a asustar.

Claro que sabía que si gritaba y si JiMin se daba cuanta de que estaban ahí, lo pondrían en alerta e iban a provocar que se dejara caer de forma accidental o adrede, eso era justo lo que no querían.

Sin decir nada, corrió rápidamente hacia JiMin en cuanto vio que éste pasaba las barandillas para quedar al filo del edificio.

El problema es que esas barandillas tenían alambres de púa que el dueño puso para que nadie intentara suicidarse, pero JiMin había logrado pasarlos por no ser tan alto.

— ¡JiMin!

Mierda y mil veces mierda.

Un suceso escalofriante empezó a suceder en cuestión de segundos, porque cuando JiMin se impulsó para saltar y morir, YajaTzael logró sujetarlo del brazo, pero para eso tuvo que apegarse abruptamente a las abrandillas con los alambres de púa y ellos se llegaron a incrustar en todo su estómago, incluso en la mano cuando se sujetó para agarrar a JiMin.

— Dios... Gracias al cielo.

— Me hubieras dejado caer.

Él negó con la cara escondida entre el cuello del menor, con lágrimas de miedo y temor, pero más allá de eso, lo sujetó firmemente para que no se le pudiera resbalar, tampoco que tuviera contacto con las púas.