Sentimientos incomodos y un brazo roto

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Advertencia:

▪️Este capítulo contiene contenido para mayores de edad con lenguaje vulgar y explícito.
▪️Lisa (G!P)

Jennie estaba entusiasmada

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Jennie estaba entusiasmada. En serio. Estaba llena de energía en cuanto abrió los ojos. Es casi como si pudiera oír el canto de los pájaros un poco más fuerte y las plantas que ha estado cuidando en el alféizar de su ventana estuvieran llenas de vida.

Se levantó con un brinco mareante y la mitad de las mantas cayeron al suelo alfombrado. Abrió las ventanas para dejar entrar el sol y dar la bienvenida al aire fresco de la mañana.

 ─ ¡Buenos días!  ─ exclamó, dirigiéndose especialmente a sus pequeñas amigas las plantas. Sí, estaban más verdes y sanas. Sonreía mientras pasaba con cuidado los dedos por sus delicadas hojas.

Lisa le había regalado una maceta por su cumpleaños, ya que ella no paraba de decir que quería cuidar unas cuantas plantas para mantenerse un poco ocupada, y desde entonces estaba obsesionada. Su madre siempre le decía que un día de estos podría despertarse en un bosque si no dejaba de coleccionarlas.

Lisa era su amiga de la infancia. Su linda y pequeña amiga de la infancia, a quien antes superaba en altura. Hoy en día, tenía que llevar los zapatos de plataforma más altos para poder estar a su altura.

Se conocieron en secundaria. Concretamente, en el Club de Matemáticas Junior de su instituto. Era un recuerdo divertido. Las dos eran unas nerds por aquel entonces. Al menos, ella lo era. Mientras que ella se unió a causa de su amor y pasión para resolver y contemplar los números hasta que tuviera sentido, Lisa sinceramente parecía obligada por sus padres.

Su amiga no tenía literalmente idea de nada y, como Jennie era una persona muy amable, la ayudó a entender todos los problemas que aparecían en la hoja de ejercicios diaria. Ahí creció su amistad y desde entonces se hicieron inseparables.

Sin duda, Lisa prosperó en los deportes. Podías encerrarla en una habitación con un balón y no le importaba quedarse aprisionada entre las cuatro paredes. Era demasiado fuerte para su propio bien y definitivamente tenía la resistencia para ello en comparación con ella.

Su amor por ser animadora definitivamente procedía de eso. Por supuesto, siempre quiso apoyar a su amiga en cualquier aventura en la que se metiera, pero no pudo seguir el ritmo de todos los cuerpos que se abalanzaban sobre ella con el objetivo de encestar el balón en un aro que parecía elevarse infinitamente sobre ella. Créanme, lo intentó y casi acaba con una conmoción cerebral. Aquel fue, obviamente, el final de su corta carrera como jugadora de baloncesto.

Así que, después de eso, Lisa se encargó de correr alrededor de la cancha y Jennie se encargó de animar y de lucir muy guapa con su falda mientras agitaba sus pompones. Fue un gran uso para su interminable encanto y ternura.

Ah. No es que estuviera presumiendo ni nada de eso. Era bastante adorable, incluso ella misma podía decirlo. Hasta Lisa lo decía y esa era la opinión que más le importaba.

Jenlisa One Shot Collection - Pt.3Where stories live. Discover now