Una colección de adaptaciones , one shots e historias eróticas de JENLISA.
Excitación. Pecado. Placer. Dolor...
▪️Contenido explícito y lenguaje vulgar.
▪️Algunos one shots contienen temática omegaverse.
▪️Los one shots con contenido G!P están debi...
▪️ Este capítulo contiene contenido para mayores de edad con lenguaje vulgar y explícito. ▪️ Degradación (¿un poco?) ▪️ Cambio de edad (L 25, J 21) ▪️LISA (G!P)
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Jennie estaba un poco... irritada. Bueno, para empezar, su madre la había despertado tan temprano por la mañana y la había hecho bajar inmediatamente. Había planeado quedarse durante todo el verano en su pueblo natal, para alejarse un poco del ajetreo y el bullicio de la vida en la ciudad. Ah, también sus responsabilidades académicas y el estrés de pagar sus propias facturas. Por lo tanto, una pequeña molestia de su madre no era algo por lo que quisiera molestarse. Se trataba de las repercusiones, como ella las llamaba.
Por supuesto, Jennie, medio dormida y con el estómago rugiendo por querer desayunar, accedió fácilmente, solo para ver una cara familiar sentada en el sofá.
Estuvo a punto de caerse por las escaleras, pero la barandilla la salvó en el último segundo. Su madre la miró con una ceja interrogativa, con los ojos entrecerrados mientras se enderezaba. Ella solo soltó una risita nerviosa, intentando arreglarse el pelo y parecer lo más presentable posible en pijama.
─Te acuerdas de Lili, ¿verdad? ─ le preguntó su madre. Ella asintió, un poco tímida y reacia.
Sí, claro. ¿Cómo iba a olvidarla? Lisa era su amiga de la infancia. Se conocieron una vez en una misa porque sus madres iban a la misma iglesia. Lisa era un poco mayor que ella pero se llevaban bastante bien. Sinceramente, demasiado bien hasta el punto de que albergaba una especie de crush y admiración hacia su descarada compañera de juegos la cual siempre le mostraba una variedad de piedras que encontraba a lo largo del río o le contaba hechos científicos que estaban muy, muy por delante de su comprensión.
Era muy bonito recordar todo el tiempo que habían pasado juntas.
Sin embargo, cuando Lisa cumplió trece años, tuvo que ir a la escuela en otra ciudad y vivir con sus familiares. Nunca volvió a ver a Lisa después de eso, bueno, hasta ahora- 12 años después.
Lisa parecía... diferente. Muy diferente. Se veía más alta, sus piernas torpemente aprisionadas entre la mesa de café. Bueno, siempre había sido más alta que Jennie, pero eso no venía al caso. Además, parecía peligrosamente tentadora, sus rasgos más maduros y oscuros.
Jennie sintió que se le calentaban las mejillas cuando se sorprendió a sí misma mirándola. Se frotó la nuca mientras su madre la arrastraba a sentarse en el sillón contiguo al que ocupaba Lisa. También se dio cuenta de que la mujer vestía de forma distinta a como lo hacía cuando era más joven. Lisa de pequeña siempre llevaba alguna sudadera holgada y desgastada y ver su figura abrazada por un ajustado jersey de cuello alto era casi un latigazo.
─Hola, ─ saludó Lisa, su voz sobresaltó a Jennie por lo diferente que era desde que la recordaba. ─Ya has crecido, ¿huh? ─ Le siguió la corriente, riendo por lo bajo. Parecía que Lisa seguía siendo la bromista que alegraba el humor de todos.
