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Anna se encontró nerviosa. No era un sentimiento nuevo, pero esta vez se sintió diferente. Iba a encontrarse con sus primos, oficialmente. Los había conocido antes, pero como Anna Bennett, una pupila de Margot Bennett y no como su prima. Había muchos primos y todos tenían sus propias familias también, todos menos Finn, que era un poco más joven que la propia Anna.

Estaba tratando de hacer algo con su cabello pero no estaba segura de qué. Nunca logró peinarse bien y nadie le enseñó a Anna cómo manejar sus rizos.

—¿Estás lista, cariño?—_ Polly llamó a la puerta de Anna.

Después del último ataque de pánico de Anna, Polly ha estado rondando cerca de ella, como una loca. Anna pensó que era dulce, pero la asfixiaba un poco. Sabía que no era culpa de Polly o que al menos no podía evitarlo, aunque Anna deseaba tener más privacidad.

—Primero tengo que ocuparme de mi cabello— explicó Anna.

—Está bien, déjame saber si puedo ayudar— dijo Polly.

La sugerencia de Polly fue más bien una petición. Quería peinar a su hija y, aunque Anna no podía verla, podía oír la necesidad maternal en la voz de Polly.

—Bueno, no sé cómo peinarme, así que tal vez...

La puerta se abrió de inmediato y Polly parecía más feliz que nunca. Tenía una brillante sonrisa en el rostro y las manos entrelazadas justo debajo de la barbilla.

—Déjame ayudarte—, dijo y corrió hacia Anna.

Anna mostró una pequeña sonrisa ante el entusiasmo de Polly.

—Me costó mucho arreglarme el cabello antes de aprender— explicó Polly, tomando un cepillo del tocador de Anna.

—¿Enserio?— Preguntó Anna y Polly asintió.

—Oh, sí. Entonces finalmente aprendí— dijo. —¿Alguien te ha enseñado?.

Anna negó con la cabeza. —Nadie se molestó nunca. Dijeron que ya era bastante difícil.

La sonrisa de Polly vaciló por un segundo al pensar en la gente maltratando a su hija. Era un pensamiento espantoso que le hacía enojar. Le hizo querer lastimar a esas personas.

—¿No te enseñó Margot?— Se preguntó Polly.

—Lo intentó pero nunca funcionó. Algunas de las criadas sabían cómo hacerlo, pero la mayoría de las veces lo lograron por suerte— dijo Anna.

—Bueno, estoy aquí para enseñarte— suspiró Polly mientras cepillaba el cabello de Anna. —¿Ahora quieres tu cabello recogido o suelto?.

Anna se encogió de hombros. —No sé.

Pequeño gris || Peaky BlindersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora