8. Siguiente paso: Matrimonio

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Adrien Bouffart

Matrimonio.

Antes no podía ni siquiera hacerme la tonta idea de tener una relación, una pareja, la sola idea me enfermaba y ahora estoy a un paso de casarme.

Pedirle matrimonio a Alessia.

Por que si, tengo que hacerlo correctamente. Soy un caballero, fui educado para serlo. No importa que no haya sentimientos de por medio tendré que hacer algo lindo para pedirle su mano.

Esta será la primera y única vez que me case, el día que le dé el divorcio jamás volveré a contraer matrimonio. Solo es para un fin y ser feliz con una pareja no está en mis planes.

Hace dos días firmamos el contrato desde ese entonces llevo pensando correctamente que hacer, mis opciones son nulas y poco románticas, no tengo idea de esto soy como un bebé empezando a dar sus primeros pasos.

En mi jodida vida he tenido novia. Ahora que quiero hacer algo lindo no sé qué diablos hacer, necesito ideas urgentemente.

Buscar en internet es una opción, además siento que tampoco estoy tan idiota como para caer en las ideas que me darán por Google tengo una idea y es llamar a Dominique que venga a mi oficina para que me ayude un poco. Aunque hay que decir que es un poco tarado de igual forma en este ámbito.

Termino tomando mi teléfono tecleando su número.

Uno, primer timbre.

Dos, segundo timbre.

¿Qué carajos está haciendo como para no tomar una maldita llamada?

Cuando está por sonar el tercer pitido contesta.

—Adrien, ha que debo el milagro —atiende alegre.

—Ven a mi oficina, ya —y cuelgo sin darle ninguna explicación.

Tres minutos más está entrando, diría que tocando la puerta pero conociéndolo pasa como burro sin mecate.

—Aquí estoy para que soy bueno —se sienta en el borde de la mesa.

—Solo en la cama —me burlo.

—¿Quieres probar? —se insinúa—. Lamentablemente no me van los hombres, si fueras una sexy chica de cabello rubio y ojos grises probablemente me lo pensaría —me sonríe sabiendo que si fuera chica ya me hubiera abierto la piernas.

—Mala suerte la tuya, soy hombre —lo empujó para que se quite de la mesa—. Y yo ni me fijaría en ti.

Se sienta en la silla.

—Cuéntame o solo decidiste llamarme de forma mandona para hablar de las posibilidades de que fueses chica —alza las cejas—. Que necesita de mi, mi mejor amigo.

Vale, soy consciente que se burle con tan solo decirle que me de alguna idea que sea buena para pedirle matrimonio a Alessia.

—Mejor olvídalo, vuelve a tu trabajo —lo echo.

—Ahora no me muevo de aquí hasta que me cuentes —se acomoda cruzando las piernas—. No tengo mucho que hacer así que...

—Necesito ayuda —hasta mi voz juré haberlo dicho con desespero.

El heredero Bouffart Where stories live. Discover now