-dress.

817 75 26
                                    

El frío de Londres se cuela por la ventana, recordando que a pesar de la lluvia que cubre toda la ciudad, hoy no es un día cualquiera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El frío de Londres se cuela por la ventana, recordando que a pesar de la lluvia que cubre toda la ciudad, hoy no es un día cualquiera.

Mientras ajusto mi corbata frente al espejo, no puedo evitar sentir un hormigueo de nerviosismo que se agita en mi pecho. Hoy es la boda del director técnico de Mercedes y todos los que somos parte de la escudería hemos sido invitados, lo que incluye a Toto Wolff, y por lo tanto a su hija.

Saya se ha vuelto una presencia constante en mi vida, apareciendo en mi departamento con una excusa tras otra, siempre diciéndole a su padre que está estudiando en lo de una amiga para evitar problemas.

Cada encuentro con ella es un torbellino de emociones, una mezcla de deseo y temor que se entrelazan en cada mirada furtiva y cada roce accidental.

Saya ha cambiado mi vida por completo.

Y aunque me emociona verla en la boda, también me preocupa el riesgo que corremos al mantener nuestra relación en secreto.

¿Qué pasaría si alguien nos descubriera? ¿Qué pensaría todo el mundo, especialmente el exigente y protector señor Wolff?

Suspiro, tratando de ahuyentar esos pensamientos de mi mente mientras termino de ajustar mi traje.

Con un último vistazo al espejo para asegurarme de que todo esté en su lugar, me dirijo hacia la puerta.

Al llegar al lugar de la ceremonia, me encontré con varios colegas y amigos, incluido Lewis. Nos saludamos con camaradería e intercambiamos algunas palabras sobre la temporada que acaba de concluir, y lo que pasará el próximo año.

Todavía me costaba acostumbrarme al hecho de que Lewis Hamilton era un colega. Me parecía una locura estar recibiendo consejos de un cinco veces campeón, y quien había sido una gran referencia en mi infancia.

Sin embargo, mi atención se desvió abruptamente cuando veo movimiento en la entrada del lugar. Y entre toda la gente que se acumula allí, lo único que mis ojos ven es a ella. Está radiante, luciendo un vestido celeste que resalta su belleza natural de una manera deslumbrante. Su cabello cae en suaves ondas sobre sus hombros, y su sonrisa ilumina la habitación mientras saluda a los invitados que tiene a su alrededor.

Me quedé hipnotizado por un momento, incapaz de apartar los ojos de ella.

La intensidad de mi deseo por Saya se agudiza en ese instante, recordando lo profundamente que me ha afectado desde que entró en mi vida.

Mi corazón late con fuerza en mi pecho mientras la veo.

—Te gusta mucho, ¿No es así? —pregunta el hombre a mi lado, sacándome de mi trance.

Cuando me doy cuenta de lo que está insinuando, empiezo a negar con la cabeza.

—No, bueno... no es lo que estás pensando.

Lewis niega con la cabeza, sin perder su sonrisa.

—Cuando los descubrí escondidos en el paddock creí que solo era otra de las travesuras de la pequeña Wolff. —me da dos palmadas en la espalda. —Pero has caído por ella, compañero.

Lover of mine | George RussellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora