CAPITULO 5

867 82 2
                                    

El castillo de Stolas estaba envuelto en un silencio ominoso cuando al fin regresó a su hogar después del encuentro con Striker. A pesar de la tranquilidad aparente, Stolas se sentía inquieto, su mente atormentada por pensamientos tumultuosos sobre el reciente giro de los acontecimientos.

Se dejó caer en uno de los lujosos sofás de su sala de estar, su mente revoloteando con la memoria del tiempo pasado con Striker. Aunque había comenzado como una situación angustiosa y peligrosa, había terminado de una manera completamente inesperada, con risas y promesas de un futuro incierto.

Luego Stolas se levantó del sofa y se dirigio hacia su reserva de bebidas, tomó 3 botellas de las más fuertes que tenia y se dirigió a su habitación, cada paso que daba resonaba en el silencio, recordándole el tumulto de emociones que había experimentado en las últimas horas.

Stolas finalmente se encontró en su dormitorio, rodeado por las paredes de piedra fría y los muebles lujosos que adornaban la habitación. Se dejó caer pesadamente sobre la cama, sintiendo el peso de sus pensamientos aplastándolo como una losa.

Las lágrimas brotaron de sus ojos sin control. Lloró por el peligro que había enfrentado, por entregarse a Striker, y por la revelación dolorosa de que su amor por Blitzo era solo algo imposible.

Entre sollozos y suspiros entrecortados, Stolas sacó su teléfono y marcó el número de Blitzo, una última esperanza de encontrar algo de consuelo en medio del caos de su mente.

"¿Qué pasa?" la voz de Blitzo sonó al otro lado de la línea, llena de su habitual desinterés y desdén.

Stolas luchó por controlar su voz mientras respondía. "Estoy de vuelta en mi castillo, no hace falta ya que me rscates", dijo, sus palabras entrecortadas por el sollozo. "Pensé que deberías saberlo."

La respuesta de Blitzo fue breve y desinteresada. "¿En serio?" murmuró, su tono lleno de indiferencia mientras parecía perder interés en la conversación.

Stolas se limpió las lágrimas con la manga de su túnica, sintiendo un nudo en la garganta ante la falta de empatía de Blitzo. "Sí", respondió, su voz apenas un susurro mientras luchaba por mantener la compostura.

"Que bien, nos vemos luego". Respondió Blitzo mientras les gritaba a Moxxie y Millie que se suban a la camioneta porque ya no hay trabajo que hacer.

Antes de que Stolas pudiera decir algo más, Blitzo cortó la llamada, dejándolo solo con sus pensamientos atormentados y su corazón destrozado. Una sensación de desesperación lo invadió, envolviéndolo en una oscuridad asfixiante mientras se daba cuenta de que todas las palabras de Striker habían sido verdad.

Blitzo nunca lo amaría, nunca lo cuidaría, nunca estaría allí cuando más lo necesitara. La realidad de la situación se estrelló sobre él como una ola, arrastrándolo hacia la más grande mierda.

"¿Por qué empecé todo en primer lugar?" Se susurraba Stolas así mismo.

Con un suspiro cansado, Stolas cerró los ojos y decidio poner su mente en blanco. Ya no le quedaban lágrimas por derramar, ya no le quedaba fuerza para luchar. Decidió simplemente rendirse ante el abrazo reconfortante del sueño, esperando encontrar algo de paz mientras dormía.

La mañana siguiente llegó con la luz del sol filtrándose a través de las ventanas del castillo de Stolas, disipando lentamente la oscuridad de la noche anterior. Stolas se despertó con un peso en el pecho y el recuerdo de los eventos tumultuosos de la noche anterior aún fresco en su mente, su aliento apestaba a alcohol aún.

Stolas se vistió como de costumbre y fue a compartir un desayuno con su hija Octavia en la cocina de su castillo. Mientras Stolas intentaba mantener una apariencia serena y normal, su mente aún estaba atormentada por los eventos de la noche anterior.

Octavia, miró a su padre con una expresión de curiosidad mezclada con disgusto. "¿Dónde estabas anoche?" preguntó, su tono lleno de una mezcla de intriga y repulsión mientras mantiene su mirada en la pantalla de su celular.

Stolas se sintió momentáneamente sorprendido por la pregunta directa de Octavia, pero rápidamente reunió sus fuerzas y trató de pensar en una respuesta adecuada. Sabía que no podía contarle la verdad a su hija sobre lo que realmente había pasado, así que decidió inventar una excusa para protegerla de la verdad.

Sin embargo, antes de que Stolas pudiera responder, Octavia continuó hablando, su rostro arrugado en disgusto. "Mejor no me digas nada", dijo, su voz llena de un tono de asco. "Seguro estuviste revolcándote con... ya sabes quién. De solo pensarlo me dan escalofríos y voy a vomitar sobre mi cereal. Mejor no hables."

Stolas se sintió abrumado por una mezcla de alivio y angustia ante la reacción de Octavia. Por un lado, estaba agradecido de que su hija no insistiera en obtener detalles sobre su encuentro con Striker, pero por otro lado, se sintió herido por la manera en que Octavia hablaba de su relación con Blitzo.

Intentando mantener una compostura calmada, Stolas asintió débilmente y decidió seguir el juego de Octavia. "Sí, mejor no hablemos de eso", murmuró, su voz llena de una triste resignación mientras se concentraba en su desayuno.

Stolas X Striker (Boyslove)Where stories live. Discover now