CAPITULO 7

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Después de unos minutos de adrenalina pura recorriendo las calles, Stolas y Striker finalmente llegaron a un lugar que parecía sacado de un sueño. Era una especie de oasis escondido entre los arboles en medio del desierto, bañado por la luz del sol filtrándose entre las hojas de los árboles. El sonido de un arroyo cercano llenaba el aire con su murmullo suave y reconfortante.

Striker detuvo la motocicleta y apagó el motor, permitiendo que el silencio natural del entorno se apoderara del lugar. Stolas se quitó el casco y miró a su alrededor con asombro, maravillado por la belleza del lugar.

"Wow", fue todo lo que pudo decir, su voz apenas un susurro reverente.

Striker sonrió, complacido por la reacción de Stolas. "¿Te gusta?" preguntó, mirándolo con una chispa traviesa en los ojos.

Stolas asintió con entusiasmo. "Es increíble", dijo, sin poder apartar la mirada del paisaje frente a él.

Striker se bajó de la motocicleta y extendió la mano para ayudar a Stolas a hacer lo mismo. Una vez que estuvieron ambos en el suelo, se quedaron sentados en el suelo y en silencio por un momento, simplemente absorbiendo la tranquilidad y la serenidad del lugar como si no hiciera falta expresarse en palabras.

Después de un momento, Striker rompió el silencio. "Vengo aqui cuando tengo problemas, es tranquilo", confesó, mirando al horizonte con una expresión pensativa en el rostro. "Eres la primera persona que traigo"

Stolas asintió. "Gracias por traerme aquí", dijo sinceramente, mirando a Striker con gratitud en los ojos.

Striker le devolvió la mirada con una sonrisa suave. "No hay de qué", respondió. "Todos necesitamos un respiro de vez en cuando."

En ese momento Stolas se sintió comprendido y ayudado, algo que probablemente no había sentido en mucho tiempo.

Se quedaron sentaods en silencio un momento más, simplemente disfrutando de la compañía del otro y la belleza del entorno. No necesitaban palabras para expresar lo que sentían; el simple hecho de estar juntos en ese lugar era suficiente.

Después de un rato, Striker se volvió hacia Stolas con una sonrisa traviesa. "¿Qué te parece si exploramos un poco?" sugirió, señalando hacia una cueva que se extendía cerca del oasis. "Quién sabe, quizas hasta podamos divertirnos un poco".

Stolas asintió con entusiasmo, entonces ambos se pusieron de pie, sintiendo la necesidad de explorar esa cueva. Con una sonrisa, Striker extendió la mano hacia Stolas, ofreciéndole ayuda para levantarse.

El camino hacia la cueva estaba rodeado de cristales de colores brillantes, creando una atmósfera misteriosa y magica. El sol estaba comenzando a ponerse, arrojando rayos dorados a través de las hojas y pintando los cristales como si fuera un efecto arcoiris.

A medida que se adentraban en la cueva, el aire se volvía más fresco y húmedo, y el suelo se volvía irregular bajo sus pies. Striker encendió una linterna que llevaba consigo, iluminando el camino por delante mientras avanzaban más profundamente en la oscuridad.

"¿Alguna vez has estado aquí antes?", preguntó Stolas, sintiendo la necesidad de romper el silencio.

Striker negó con la cabeza mientras continuaban caminando. "No, esta es la primera vez que vengo", respondió. "Siempre he querido explorar esta cueva, pero nunca encontré a nadie a quien quisiera traer conmigo hasta ahora."

Stolas asintió, sintiéndose honrado y feliz de que Striker piense asi de el. A pesar de las circunstancias poco convencionales que los habían llevado hasta allí, Stolas se sentía agradecido por la oportunidad de conocer a Striker más allá de su papel como mercenario.

A medida que avanzaban más profundamente en la cueva, el aire se volvía más fresco y el sonido de goteo de agua resonaba en sus oídos. Pronto llegaron a una amplia cámara subterránea, donde una cascada de agua caía desde lo alto de la cueva hacia una piscina cristalina en el suelo.

"Es simplemente... magico" comentó Stolas.

Sin una palabra, Striker se acercó a Stolas y lo tomó suavemente por el rostro, inclinándose para capturar sus labios en un beso apasionado. Stolas se quedó momentáneamente sorprendido por el gesto audaz de Striker, pero pronto se dejó llevar por la intensidad del momento.

"¿Qué acabas de hacer?", preguntó Stolas segundos despues, apenas capaz de articular las palabras mientras intentaba recuperar el aliento.

Striker le lanzó una sonrisa traviesa, sus ojos brillando con una chispa de diversión. "Lo que he querido hacer desde el momento en que te vi", respondió con sinceridad. "Besarte."

Antes de que Stolas pudiera decir algo más, ambos se encontraban en el borde de la piscina natural, con aguas cristalinas que reflejaban los rayos del sol de la tarde y los cristales les daban un toque especial.

"¿Qué te parece si nos refrescamos un poco?", propuso Striker con una sonrisa pícara, mirando a Stolas con ojos brillantes llenos de anticipación.

Stolas arqueó una ceja, mirando al mercenario con una mezcla de diversión y cautela. "¿Te refieres a...?" comenzó a preguntar, pero antes de que pudiera terminar, Striker lo interrumpió con un gesto juguetón.

"¡Exacto!", exclamó Striker, agarrando a Stolas por los hombros y empujándolo hacia el agua con un empujón repentino.

Stolas soltó un grito de sorpresa mientras se hundía en el agua fresca, sus sentidos abrumados por la sensación repentina de frío y humedad. Se sumergió por un momento, dejando que el agua lo envolviera por completo antes de volver a emerger a la superficie, escupiendo agua.

"Heeey", protestó Stolas, sacudiendo la cabeza para deshacerse del agua que le caía sobre el rostro y sus plumas. "¡Eso no fue justo!"

Striker se rió entre dientes, sus ojos brillando con malicia mientras miraba desde arriba a Stolas quien estaba en el agua. "¿Qué pasa, princesa? ¿Demasiado frío para ti?" se burló, lanzándole una mirada traviesa.

Stolas le devolvió la mirada con una sonrisa desafiante, sus ojos brillando con determinación. "¡Te voy a dar una lección!", amenazó.

Sin embargo, Striker rió y luego se lanzó a la piscina causando un gran chapuzón y agarrando a Stolas entre sus brazos, la sensación era embriagadora y Stolas podía sentir el choque de sus dos corazones latiendo en sincronía, no quería soltarlo, no quería alejarse, solo quería estar así para siempre.

Stolas X Striker (Boyslove)Место, где живут истории. Откройте их для себя