CAPITULO 10

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A la mañana siguiente, el mayordomo le aviso a Stolas que habia llegado un paquete, Stolas se levantó de la cama con un nudo en el estómago y miró a un lado buscando a Blitzo, pero el no estaba allí, luego abrio el paquete y vio la piedra que había pedido a Asmodeus y la guardo en su bolsillo. Después de cepillarse los dientes, se sentó en el suelo de su habitación, dejando que las lágrimas fluyeran libremente. No sabía qué pensar ni qué hacer con todo lo que estaba sucediendo en su vida.

Justo en ese momento, su teléfono sonó, interrumpiendo el silencio con su tono estridente. Stolas titubeó antes de contestar, pero al ver que era Striker en la pantalla, decidió responder.

"¿Hola?", dijo Stolas, su voz temblorosa.

"Hey, Stolas", respondió Striker al otro lado de la línea. "¿Cómo estás?"

Stolas se sorprendió un poco por la casualidad de la llamada, pero respondió lo mejor que pudo. "Estoy... bien, supongo."

Hubo un breve momento de silencio antes de que Striker continuara. "Oye, pensé que podríamos salir más tarde, tal vez tomar algo juntos. ¿Qué dices?"

Stolas sintió una mezcla de emociones al escuchar la propuesta de Striker. Por un lado, estaba emocionado de pasar más tiempo con él, pero por otro lado, se sentía abrumado por la confusión y la tristeza que aún lo envolvían, tbien aglo culpable. Sin embargo, decidió aceptar la invitación. "Claro, suena bien. ¿A qué hora vienes?"

"Te pasaré a buscar en una hora", respondió Striker con entusiasmo. "Es una cita", añadió con un toque de picardía antes de cortar la llamada.

Stolas se quedó mirando el teléfono por un momento, procesando lo que acababa de suceder. Aunque aún se sentía un poco perdido, una pequeña chispa de esperanza comenzó a encenderse dentro de él.

Se levantó del suelo y se dirigió al baño para arreglarse, tratando de poner en orden sus pensamientos. Mientras se miraba en el espejo, una sonrisa triste pero genuina se extendió por su rostro. A pesar de todo, estaba agradecido por la oportunidad de pasar tiempo con Striker.

Justo en ese momento, escuchó el sonido de una bocina afuera de su casa. Se apresuró a salir y vio a Striker esperando en su moto con una sonrisa juguetona en el rostro.

"¿Esta vez no rompiste ninguna ventana?", bromeó Stolas.

Striker no pudo evitar reírse "Súbete princesa" Dijo Striker mientras le daba el casco a Stolas, Stolas sonrió, se puso el casco y subió rápidamente.

Stolas se aferraba con fuerza a Striker mientras la motocicleta rugía por las calles del infierno. El viento azotaba sus rostros mientras se dirigían hacia un destino desconocido, pero Stolas confiaba en que Striker lo llevaría a algún lugar donde podrían escapar de sus preocupaciones por un rato.

El sonido del motor y el murmullo de la ciudad eran lo único que llenaba el aire entre ellos. Stolas se sentía vivo, libre de las cadenas de su rutina.

Finalmente, la motocicleta se detuvo frente a un pequeño café en una calle lateral. Striker apagó el motor y miró a Stolas con una sonrisa. "Bienvenido a mi segundo lugar favorito", dijo.

Stolas se quitó el casco y se quedó mirando el café con curiosidad. "No parece mucho desde afuera", comentó.

Striker rió. "Eso es lo que hace que sea especial. Ven, te mostraré", dijo, llevando a Stolas de la mano hacia el interior del café.

El interior era acogedor y cálido, con mesas de madera y una luz tenue que creaba una atmósfera íntima. El aroma del café recién hecho flotaba en el aire, mezclado con el murmullo de las conversaciones de los pocos clientes que habían.

Striker y Stolas se sentaron en una mesa junto a la ventana, y un camarero se acercó para tomar su pedido. Mientras esperaban, Striker y Stolas hablaron de todo un poco, desde sus pasatiempos hasta sus sueños más profundos, Striker indagó mucho sobre los gustos de Stolas y parecía realmente interesado en ello, así que Stolas hablaba sin parar como un niño.

El camarero regresó con sus bebidas y se retiró, dejándolos a solas una vez más. Stolas tomó un sorbo de su café y se relajó en su silla, disfrutando del momento de tranquilidad.

"Gracias por traerme aquí", dijo Stolas, mirando a Striker con gratitud.

Striker le devolvió la mirada con una sonrisa. "No hay de qué. Solo quería pasar un buen rato contigo", dijo sinceramente.

Stolas sintió un cálido cosquilleo en el pecho al escuchar las palabras de Striker. A pesar de todas las complicaciones en su vida, este momento simple y tranquilo era justo lo que necesitaba.

Los dos continuaron charlando y riendo, sumergiéndose en la atmósfera relajada del café. Por un momento, todo parecía perfecto.

Stolas se sintió como si el mundo se detuviera por un momento cuando las palabras de Striker resonaron en su mente. ¿Había llegado ese momento en el que tenía que tomar una decisión definitiva? Se sintió abrumado por la incertidumbre y la confusión.

Finalmente, las palabras salieron de su boca, pesadas y cargadas de culpa. "Ayer... después de dejarme en mi casa, después de... después de estar contigo, Blitzo vino a mi casa y... y me acosté con él", admitió Stolas, sintiendo cómo la vergüenza y el remordimiento se apoderaban de él.

Striker lo escuchó en silencio, su expresión imperturbable mientras procesaba la revelación de Stolas. Cuando Stolas terminó de hablar, Striker lo miró fijamente a los ojos y le hizo una pregunta directa y desafiante. "¿Lo elegiste a él?", preguntó, su tono firme y decidido.

Stolas sintió un nudo en la garganta mientras luchaba por encontrar una respuesta honesta. "No lo sé", murmuró, sintiéndose frustrado consigo mismo por no poder tomar una decisión clara.

La respuesta de Stolas pareció desencadenar algo dentro de Striker. Sus ojos brillaban con determinación mientras hablaba. "Entonces esto aún no ha terminado", dijo Striker, su voz llena de intensidad. "Hasta que no digas a quién eliges de forma definitiva, no puedo rendirme. Da igual si te acostaste con ese tipo o no. Al fin y al cabo, yo soy mejor en la cama", agregó con un toque de arrogancia.

Las palabras de Striker hicieron que Stolas se sobresaltara, sintiendo una mezcla de incredulidad y confusión. ¿Cómo podía ser tan seguro de sí mismo en una situación tan complicada?

Sin embargo, antes de que pudiera procesar completamente lo que acababa de escuchar, Stolas se vio arrastrado por un impulso repentino. Agarró la camisa de Striker y lo atrajo hacia él, sellando sus labios en un beso apasionado.

Blitzo quién estaba en un rincón del café escondido había visto todo, el los había seguido desde que vio las marcas de mordeduras en el cuerpo de Stolas, se enfureció del solo pensar que podría ser Striker así que los siguió solo para darse cuenta que era verdad, era Striker y verlos besándose en su cara lo hizo estallar.



Stolas X Striker (Boyslove)Where stories live. Discover now