1. La llamada

851 66 68
                                    

UN PAR DE MESES DESPUÉS

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

UN PAR DE MESES DESPUÉS

Carlos movió su cabeza de un lado a otro intentando prestar atención a lo que las tablas le mostraban. Colores y números inundaban esas páginas, las cuales para algunos eran ininteligibles y para él era como leer su libro favorito. 

Solo un par de semanas más y ese precioso coche color rojo estaría surcando el asfalto de los principales circuitos del mundo, con él al volante, y a poder ser, cruzando la línea de meta por delante del resto de pilotos. 

Frunció el ceño cuando sintió la vibración de su teléfono en su pantalón. No pensaba tomarse la molestia en coger la llamada, pero, su interlocutor era muy insistente y al final claudicó y decidió responder. Solo con ver el nombre en la pantalla, todo su cuerpo sintió un repentino vuelco y como un ligero mareo se apoderaba de él.

Sin contestar, ya sabia lo que pasaba.

-¿Sara? -preguntó él nada más descolgar el teléfono. Un llanto ahogado lo recibió, confirmando así, lo que tanto temía.

-Carlos. 

-Lo sé, pequeña, lo sé -le contestó él sabiendo que a la chica le estaba costando horrores pronunciar las malditas palabras- voy para allá, ¿de acuerdo?

-Está bien. Me pidió, bueno... me dijo...

No pudo escuchar nada de lo que Sara le dijo, pues esta prorrumpió en un lastimero llanto que le traspasó el corazón. Intentó calmarla un poco, organizando a la vez, su salida de Maranello, y el viaje hasta la capital española.

-Voy a intentar estar ahí lo antes que pueda, Sara, y por favor, sé fuerte y no dejes que nadie te avasalle -le pidió él antes de cortar la llamada.

Se permitió Carlos unos segundos para pensar en lo que acababa de pasar. Se vio con Rodrigo, de pequeños, aprendiendo a nadar, jugando en el jardín de sus padres, su primera borrachera juntos, sus primeras vacaciones... tantos y tantos momentos vividos con él, que ahora, por desgracia, se habían quedado en eso, en solo recuerdos.

-Oye, ¿es que te vas? -agitó su cabeza el piloto español, para centrar su atención en su compañero de equipo Charles Leclerc, un joven un año menor que él, nacido y criado en Mönaco.

-Si, me voy, por desgracia. A un entierro -el rostro de Charles mudó al comprender de quien se trataba, dándole a su compañero un apretón amistoso en su hombro.

-¿Rodrigo?

-Así es. Me voy a Madrid, no puedo dejar a Sara mucho tiempo sola -le dijo a su compañero recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de este.

-¿Y qué harás después?

-No lo sé -negó Carlos con su cabeza un par de veces pues, aunque tenía que haber pensado antes en lo que sucedería en el momento que Rodrigo falleciera, había alargado demasiado ese instante hasta encontrarse frente a él.

Red Heart - Carlos SainzWhere stories live. Discover now