21. La otra

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Unos días después

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Unos días después

Sara apretó la mano de Carlos, llevando la otra a su ya abultado vientre. Cinco meses de embarazo lo atestiguaban. Cogió aire lentamente soltándolo de la misma manera, volviendo a mirar el reloj que decoraba una de las paredes, de forma algo nerviosa. Odiaba las formalidades, y aún odiaba más tener que estar aquí para hacer algo que no merecía hacerle a la persona que esperaban. 

-Tienes que estar tranquila. Piensa que mañana estaremos de camino a Bora-Bora -le recordó Carlos intentando que ella le sonriera de la misma manera.

-Si, por favor. Lo estoy deseando -le contestó ella dejando escapar un suspiro aliviado, pues ambos estarían un par de semanas en el paraíso tropical, olvidándose del mundo.

-Espero que te lleves una buena colección de partes de abajo de bikini, que las de arriba te van a sobrar. 

Estaba ella por contestarle, cuando la puerta del despacho donde estaban, se abrió entrando la persona que esperaban desde hacía más de veinte minutos.

Una rubia algo más mayor que Sara, de elegante porte y mirada arrogante, atravesó la sala fijando su mirada en ella como si fuera la persona más insignificante que hubiera visto en su vida. 

-Señora Olivera, llega usted tarde.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Sara al escuchar como el abogado se dirigía a la rubia, usando el apellido de Rodrigo. Algo que no debería extrañarle, pero que aún resultaba bastante chocante.

-Soy una persona ocupada y esta "reunión" me está retrasando -contestó ella tomando asiento frente a Sara.

Alyna Petrov, la mujer de Rodrigo, o supuesta mujer, era una persona de gran prepotencia que miraba a los demás por encima del hombro, creyéndose que deberían besar el suelo por donde ella pasara. Ésta reunión era muy importante para ella, pero, por nada del mundo quería aparentar lo mucho que dependía de conseguir lo que quería.

-Pues si le parece bien, comenzamos. Ésta es Sara Rivero, la...

-La amante de mi marido.

Pegó un respingo Sara al escuchar a esta odiosa mujer dirigirse a ella de esta manera. Apretó sus labios con tal de contestarle, sintiendo la mano de Carlos apretar la suya, como si de esta manera le pidiera calma.

-Si sigue usted faltándole al respeto a mi mujer, quizás ella se piense en darle el dinero -le dijo Carlos forzando una mueca en dirección a la rubia.

-¿Podemos empezar ya? -le preguntó Sara al abogado, deseando largarse de una vez de aquí.

-Claro -contestó el abogado sacando su carpeta donde estaba la documentación que entregó primero al abogado de Carlos y Sara, y después al de Alyna.

Ambos leyeron el documento, idéntico al que recibieran hace unos días, donde se especificaban las cláusulas por las cuales Sara le cedía el dinero recibido de la herencia de Rodrigo a su mujer. Mucho se había pensado la de ojos verdes sobre si darle o no la cantidad que la rubia no paraba de reclamarle, pero, después de hablar con Carlos, decidió que no quería tener nada que la atara aún, al mentiroso de su ex-novio.

Red Heart - Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora