10.

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Aunque era cerca del mediodía, el sol se había camuflado en el cielo gris desde temprano. Las gotas rectangulares de color azul caían con rapidez, pero el terreno cúbico nunca mostró señales de estar mojado.

Habían pasado unos tres días desde que Midoriya decidió enfocar su tiempo en experimentar con la mesa de crafteo. Probó tantas combinaciones, intercalando entre materiales y la posición de estos en las casillas, que luego de muchos intentos fallidos, logró su cometido unas cuantas veces.

Consiguió la mayoría de objetos gracias a los troncos de roble. Con este cubo, supo que uno le daba cuatro tablones de madera. Así fue como obtuvo una buena cantidad de tablones que le sirvieron para obtener más objetos variados como palos, losas, placas de presión y puertas. También pudo utilizar la poca roca que tenía, con la cual solo consiguió losas. Por último, intentó algunas combinaciones, obteniendo una palanca.

Actualmente, Izuku estaba intercalando cuatro tablones de roble entre las nueve posiciones posibles. Esperaba unos segundos para comprobar si daba algún resultado; si no lo lograba, cambiaba rápidamente a una nueva combinación. Estaba haciendo esto por los últimos cinco minutos, hasta que probó colocarlos juntos formando un cuadrado de 2×2. Esperó los segundos necesarios y mostró una leve expresión de victoria al ver que comenzaron a atraerse y fusionarse.

Arriba de la mesa de crafteo, apareció otra en su formato de ítem. Estaba sorprendido, pues no esperaba que el mismo cubo fabricador se pudiera hacer con él mismo. La reposó en el suelo y en un parpadeo ya contaba con dos mesas.

—Creo que es suficiente por hoy —dijo en un tono cansado pero con una breve sonrisa. Algo le decía que empezaba a entender las cosas aquí. Juntó todos los nuevos ítems que tenía, incluyendo la mesa, y los guardó en sus bolsillos.

Saliendo de la casa, sacó una zanahoria para comerla mientras se deleitaba con la vista de esta aldea pacífica bajo la lluvia.

Con respecto al clima, podía ver claramente las gotas, pero no las sentía en su cuerpo y no había indicios de que se estaba mojando con ella.

Otra de las singularidades a las que poco a poco se estaba acostumbrando.

Terminando de comer, una duda se presentó en su mente: ¿Qué debería hacer de aquí en adelante? Ya se había cansado de estar sentado estos últimos días utilizando la mesa de crafteo y no creía que la aldea tenía más que ofrecerle.

¿Cuál sería su siguiente paso en su búsqueda de acoplarse a este mundo?

No le agradaba la idea de caer en una rutina de solo comer y fabricar cosas por horas, así que debía encontrar una nueva tarea que encomendarse.

¿Y si... salía del pueblo?

¿Estaba listo para eso, para aventurarse en un terreno desconocido, el cual podría ser más peligroso de donde se encontraba? Sabía que era un paso importante si deseaba regresar a su mundo, pero no se animaba del todo a hacerlo por el miedo a lo desconocido.

Aún así, tal como lo había hecho en muchos momentos de su vida, supo que debía enfrentarse con convicción a sus temores y dudas. Iba a tomar ese camino le guste o no.

Bien, si iba a salir de la aldea, al menos lo haría poco a poco. ¿Qué lugar podría ser bueno para empezar?

«Supongo que puedo volver al lugar donde desperté. Sí, puede ser buena opción. Más allá de ese lobo, que afortunadamente no me atacó, no creo que hayan más peligros».

Con su decisión ya tomada, fue a la casa que compartía con el aldeano para llevarse el pico de madera. Tenía que prepararse para cualquier peligro, y uno de esos era el ser atacado de nuevo. Lo agarró y, al darse la vuelta, notó cómo el aldeano también había entrado.

Pasos sobre cubos | Izuku en minecraftWhere stories live. Discover now