El peor dia de mi vida

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Maratón 1/3

Pedri Pov

Me desperté junto a Luna y no había mejor sensación. Ayer tras el beso decidimos que ya era hora de irnos a la cama. Al principio quiso dormir en una habitación a parte, pero al final la convencí para que durmiéramos juntos.

Me costo mucho dormirme pensando en el beso que nos habíamos dado. El mejor beso de mi vida. Llevaba tiempo deseando probar sus labios, y fue mucho mejor que en mis sueños. Desde luego superaba mis expectativas.

-Buenos días-dijo desperezándose.

-Buenos días cariño, ¿has dormido bien?

-Genial. ¿Y tú?

-Mejor que nunca- aseguré.

La envolví entre mis brazos y le abracé fuerte contra mi. Olía genial.

-Parece que alguien más se ha despertado-susurro cuando noto mi bulto contra su cadera.

Que vergüenza, no me percate de ello hasta ahora.

-Perdón Perdón, siempre me pasa por las mañanas-me intente separar de ella para no incomodarla, pero ella negó.

-No te preocupes-empezó a rozar su culo contra mi bulto-no me molesta.

-Luna-advertí.

Me estaba poniendo al límite.

-Pedri-se giró y me miro a los ojos-solo relájate, ¿vale?

-¿Que pretendes?-pregunte alarmado al ver que desparecía debajo de la sabana.

-¿Tú que crees?- la oí decir.

Bajo lentamente mis pantalones de pijama, y también mis bóxers.

-No tienes porque hacer esto- le recordé.

-Quiero hacerlo.

Cuando sus manos encuentran el camino hacia mi entrepierna, experimento una mezcla de anticipación y deseo que me hace estremecer. Siento cómo mis músculos se tensan al sentir sus caricias, y mi corazón late con fuerza en mi pecho mientras ella libera mi miembro, ansioso por ser acariciado.

Un escalofrío recorre mi espalda cuando sus labios encuentran la punta de mi erección, y mi aliento se detiene por un instante ante la sensación embriagadora de su boca sobre mí. Cada succión es un choque eléctrico que recorre todo mi cuerpo, y mis gemidos se mezclan con el sonido de su respiración entrecortada.

Mis manos se aferran con suavidad a su cabello, acariciándola con ternura mientras ella continúa su lenta y tortuosa exploración. Siento el roce de sus labios y la presión firme de su boca mientras me sumerjo en un frenesí de placer desenfrenado. Mis manos se aferran con fuerza a su cabello, guiándola con determinación mientras me entrego por completo al éxtasis que me consume.

Con un último gemido, dejo que el placer me inunde por completo, liberando todo en su boca. Ella lo recibe con ansias, sin desperdiciar ni una gota. Nos quedamos allí, respirando agitadamente, sabiendo que hemos alcanzado un nivel de conexión que va más allá de lo físico.

-Ha sido increíble-digo con voz entrecortada mientras ella se acomoda encima de mi pecho.

-Si que lo ha sido-afirmó

Intente tocarla pero ella me aparto la mano.

-Déjame devolverte el favor-pedí.

-Ya habrá tiempo, ahora mismo tú tienes entreno, y se te va a hacer tarde-avisó.

-Pero-de repente suena la alarma indicando que ya son las 8:00.

Vaya mierda. Ahora mismo me quedaría todo el día pegado a ella.

La dulzura de la serendipia //Pedri González ⚽️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora