Siento algo por ti Pedro Gonzalez

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Ya habían pasado unos días desde la conversación que tuvimos Pedri y yo en mi coche. Si es verdad que le acepte el beso por unos segundos, pero poco después le aparte y le remarque que mejor ser solo amigos. A el le costó pero terminó aceptándolo. A día de hoy estábamos bien, aunque cada vez que nos acercábamos de mas se creaba una clara tensión entre nosotros.

Ahora nos encontramos en el salón merendando junto a Balde, Gavi y Ferran. Los tres habían venido de visita.

-Mañana vuelves al club, ¿no estás emocionado?-dijo Balde.

-Si, ya era hora-contestó Pedri.

-A ver si mañana te dan el visto bueno para dejar de usar las muletas-comentó entonces Gavi.

-Lo dudo-dijo algo desanimado.

Estos últimos días había notado a Pedri con algo de molestia en la pierna, cuando le daba los masajes note que se tensaba más que antes. Le pregunte si le dolía pero el me lo negó, temía que me estuviera mintiéndome para hacerse el fuerte.

-Venga hermano, ya pasaron casi las dos semanas. Según los fisios si todo va bien te las quitarían mañana-intento animarle Ferran.

-Supongo que tienes razón-termino por decir Pedri.

Estuvimos un rato más hablando hasta que se hizo tarde y se tuvieron que ir. Se despidieron de Pedri y yo les acompañe hasta la puerta para hacer lo mismo.

-Adiós bombón-me abrazo Gavi-mañana te vemos a ti también en club ¿no?

-Claro.

-Cuídamelo que se ve decaído-me dijo Ferran.

-Hare lo que esté en mis manos para que esté mejor.

-Lo sabemos, eres la mejor-me dijo Balde.

Me despedí de ellos con un rápido abrazo y volví mi vista al salón. Pedri estaba en el sofá sentado con un semblante serio. Parecía perdido en sus pensamientos.

-¿Estas bien?-me atreví a preguntarle.

-Si-se limitó a decir.

-No es lo que parece.

-La verdad es que-no pudo acabar la frase ya que el sonido del timbre le interrumpió.

Supuse que alguno de los chicos se había dejado algo y fui a mirar quien era. Abrí la puerta y me llevé una gran sorpresa, era la última persona que esperaba ver hoy.

-¿David?, ¿que haces tú aquí?

-Luna yo-le interrumpí nada más hablar, no podía haber venido en peor momento.

-No no, espera... ¿como sabes tú donde vivo ahora? Yo no te lo he dicho-le recuerdo.

-Tengo tu ubicación...¿recuerdas?, me la mandaste el día de la fiesta para que te encontrara.

Maldigo ese maldito momento y maldigo haberle pasado mi ubicación a tiempo real, ni me acordaba de ese detalle. Pensaba borrársela en cuento se fuera de aquí.

-No deberías de haber venido aquí David. Esta no es mi casa, y no creo que le haga gracia a Pedri tú visita-dije susurrando. No quería que Pedri nos escuchara.

-Me da igual. Luna he tenido que recurrir a esto porque no me contestaba ninguno de mis mensajes ni ninguna llamada, ¿que querías que hiciera?, mañana es mi último día en Barcelona y desde hace una semana no se nada de ti. No me puedo creer que me hayas estado ignorando, ¿porqué Luna ?, ¿porque?-me pregunto elevando el tono de voz.

La dulzura de la serendipia //Pedri González ⚽️Where stories live. Discover now