¿Me estas dejando?

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Luna Pov

Ya era sábado. Hoy venían los padres y el hermano de Pedri, y no podía estar más nerviosa. También había avisado a mis padres de que vinieran a comer, pero no sabían que también estaría la familia de Pedri.

Pedri se había ido a buscarlos al aeropuerto mientras yo terminaba de preparar todo para su bienvenida. Había decidido cocinar un plato canario en su honor. Tenía que ganarme a los suegros.

Cociné unas papas con mojo y un cocido canario. Terminé de poner la mesa y esperé a que llegaran todos.

Mientras esperaba, me debatía entre si escribirle un mensaje a David o no. Ayer me quedé preocupada después de lo que me dijo Andrea. Quería saber cómo estaba y si necesitaba algo. Al final, por muy mal que lo haya hecho, sigue siendo mi mejor amigo, y la lealtad para mí es lo más importante en una amistad.

Luna
"Holaaa, ¿Qué tal estas?, ayer me encontré a Andrea y me conto lo de tu madre...¿Por qué no me lo has dicho? sabes que hubiera estado a tu lado".

Leyó mi mensaje enseguida. Vi que empezaba a escribir pero se detenía varias veces, pasaron bastantes segundos hasta que finalmente contestó.

David
"Pensaba que ya no te importaba, como me echaste de tu vida tan fácilmente... Sabes, estuve a tu lado cuando lo pasaste mal porque Andrea puso a su novio por encima de ti, pero al final, tú has hecho lo mismo conmigo. Un poco hipócrita de tu parte, Lu."

Reflexioné tras esa última respuesta. Tenía razón, había puesto a Pedri por encima de nuestra amistad, y eso no podía ser.

Luna
"Tienes razón, y lo siento muchísimo, pero entiende que ahora que tengo novio no podemos seguir liándonos de fiesta, eso se acabó. Si respetas mi relación, estaré encantada de retomar nuestra amistad. Te he echado muchísimo de menos, a ti nunca nadie te va a reemplazar".

David
"Vale, si tú eres feliz con él, no me volveré a meter. Yo sí que te he echado de menos, pensaba que ya había perdido a mi mejor amiga."

Sonreí con su respuesta, me hacía muy feliz tener a David de vuelta.

Luna
"Nunca me vas a perder".

David me contestó con corazones rojos y guardé el móvil. Ya era la hora, seguro estarían por llegar.

Justo en ese momento tocaron la puerta, aunque dudaba que fuera Pedri y su familia, ya que él tenía llaves.

—Hola, Lu— me saludó mi padre abrazándome. Mi otro padre también se unió al abrazo.

—¿Y Pedri?—preguntó mientras entraban al salón.

—Está comprando el postre, vendrá enseguida.

Ellos asintieron y se sentaron en la mesa para picar un poco de patatas fritas y aceitunas.

Los sonidos de las llaves me alarmaron, indicando que habían llegado. ¡Finalmente estaban aquí! Corrí hacia la puerta y la abrí con una sonrisa.

—Hola, pasad, la comida ya está lista —les dije mientras les invitaba al comedor.

Abracé a Pedri, quien luego se fue a saludar a mis padres.

—¡Qué guapa eres! Por fin conozco a la chica que ha robado el corazón de mi hijo —dijo Rosi mientras me abrazaba.

Le devolví el abrazo con fuerza, era tan encantadora como recordaba.

Luego, me acerqué para saludar al padre y hermano de Pedri de la misma manera.

La dulzura de la serendipia //Pedri González ⚽️Where stories live. Discover now