Verdad o reto

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Luna Pov

Las cabañas eran igual de bonitas que en las fotos, y además estaban apartadas de la multitud. Era el lugar perfecto.

—Me pido la de la derecha— se apresuró a decir Gavi.

Le detuve parándole con la mano—No tan rápido, Pablito. Hay 5 cabañas y somos 10 personas, tendremos que dividirnos— señalé.

Gavi frunció el ceño —Pero... ¿cómo nos dividiremos?

—Pues claramente por parejas. Como Clara y yo somos las únicas chicas, iremos juntas. Vosotros elegid cómo queráis el resto —dije.

Pedri se quejó por lo bajo, seguramente quería ir conmigo, pero no iba a dejar a Clara sola durmiendo con alguno de los chicos. Además, ya lo habíamos acordado anteriormente que iríamos juntas.

El orden finalmente quedó así: En la cabaña uno dormían Gavi y Pedri, en la dos Lamine Yamal y Fermín, en la tres Alejandro y Ferran, en la cuatro João Félix  y Carlos, y finalmente, en la cinco, Clara y yo.

—¡Joder, tía, desde luego nuestra cabaña es la más bonita! ¿Has visto el pedazo de bañera que tenemos? —comentó Clara mientras inspeccionaba cada rincón emocionada. Se acercó a la ventana y señaló hacia afuera— Y mira estas vistas, ¡es espectacular!

—Desde luego —confirmé— Ahora que estamos solitas, cuéntame al final cómo quedaron las cosas con Ferran.

Ella resopló.

—Pues nada, tía. Quedamos un par de veces más, pero me di cuenta de que no quería seguir en ese plan con él. A mí sí me gustaba y no quería arriesgarme a pillarme.

Clara se encogió de hombros y luego sonrió con un toque de resignación.

—Pero bueno, ya sabes cómo es esto. Así que al final quedamos como amigos y nada más —añadió Clara con un suspiro.

Genial. Entonces este era el momento perfecto para decirlo.

Hacía unos días que Fermín me había preguntado por Clara y me había confesado que le gustaba. Él me había pedido ayuda para conquistarla y me hizo prometerle que no se lo diría.

—Pues se de uno que le pilló haciéndote ojitos de vez en cuando en el entrenamiento —comenté con una sonrisa.

Clara abrió la boca, sorprendida.

—¿Quién, tía, quién?

Me hice la interesante.

—Ah, tendrás que fijarte más. Quizá estabas tan centrada en Ferran que no te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor.

Clara frunció el ceño, intentando recordar quién podría ser.

—Hmm, ¿me estás tomando el pelo?

—¡No, para nada! —dije con fingida inocencia—Pero bueno, no te preocupes, ya lo descubrirás. Cambiando de tema, ¿qué te parece si exploramos un poco más el lugar antes de que anochezca?

Clara asintió, intrigada por descubrir quién estaba interesado en ella. Nos dirigimos hacia la puerta, dejando atrás la conversación sobre Ferran y su inesperado admirador secreto.

Clara y yo dimos un paseo por la Costa Brava muy agradable. Poco después, Pedri envió un mensaje al grupo para que nos reuniéramos en su cabaña todos.

—La vuestra también es grande —dije nada más entrar en la cabaña.

Todos ya se encontraban allí, éramos las últimas.

Me senté entre Pedri y Gavi. Carlos estaba en un sillón solo. Fermín, Clara y Lamine en la otra cama y João y Alejandro estaban en el mini sofá.

—Que empiece la fiesta —dijo João sacando el alcohol.

La dulzura de la serendipia //Pedri González ⚽️Where stories live. Discover now