Tras Las Rejas

Oscuros deseos

Capítulo 7

— Lo lamento oficial, pero es necesario.

—No lo hagas Anthony, al final te atraparán antes de escapar y solo tendrás una muerte más en tus manos.

— De todos modos amo ver como las miradas se vacían, matar es excitante.

— Por favor Anthony...

Sin poder decir más, un punzante y agudo dolor recorrió el costado del guardia. Un grito ahogado se escapó de sus labios sin poder expresar más. El dolor lo cegaba tanto que había inmovilizado su cuerpo por completo.

Bajó la mirada notando como la mano del pelirrojo portaba un cristal roto, largo y filoso que no sabía de donde lo había conseguido. Este estaba incrustado en el cuerpo del pelinegro provocando aquel vigoroso dolor.

El asesino desenterró el vidrio observando con placer y admiración como toda la sangre llenaba aparatosamente el suelo.

Leonard cayó de rodillas en el cemento sin dejar de observar aquellos ojos sacados del mismo averno, sabía que su vida terminaba y lo último que vería sería aquel hermoso pero psicópata hombre.

La visión de guardia se fue cerrando lentamente observando como el asesino sacaba un celular grabando así sus últimos momentos con vida.

— An... tho... ny...— Murmuraba intentando gritar su nombre, pero su vida se iba apagando impidiéndole que su voz saliera.

— ¡ANTHONY! — Gritó el oficial sentándose de golpe en su cama.

Solo había sido un mal sueño

Leonard suspiró con alivio, pasó su brazo por su frente secando el sudor que recorría su dermis. Hace demasiado tiempo no tenía una pesadilla, había olvidado lo difícil que era despertar luego de una.

Estiró su mano sobre el colchón tomando su celular, desenchufó este del cable que lo conectaba a la luz y prendió la pantalla observando la hora.

2:35 PM

Tres horas y media para volver al trabajo.

Se puso de pie y se dirigió al baño de su recámara dispuesto a tomar un baño, quería dispersar aquel mal sueño. Había sido tan real que su piel aun seguía erizada y su corazón bombeaba rápido golpeando a velocidad su pecho.

— No hay posibilidad. — Susurró estando ya bajo el frío chorro de agua. — Debería pedirle a Travis que coloque alguna cámara en la celda.

Podrían decir que la seguridad en aquella cárcel era muy buena, pero a decir verdad no lo era tanto, lo único que mantenía a los presos en calma eran aquellas cámaras que llevaban años sin servir pero ellos no lo sabían y también el abuso de poder por parte de los policías.

La influencia de Arthur en aquel lugar era lo único que los policías tenían como "seguro" ya que este preso, para tener privilegios, pagaba por la seguridad de los mismos policías. Como dicen, nada es totalmente justo, siempre habrá corrupción. 

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5:58 PM

Ethan se encontraba sentado en el suelo frente a las rejas de su aposento con la espalda recargada en la pared. Su mirada estaba fija en el asesino quien estaba dormido desde que lo habían regresado a su celda a las tres de la tarde.