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Taehyung luego de pensar y reflexionar bien sobre lo que estaba sucediendo, llegó a una conclusión no muy agradable ni de las mejores que se pudiesen pensar, pero de una forma u otro tenía que conseguir que Yoongi volviera aunque eso significara volverse un criminal, total no dudaría más de unos meses en prisión ya que su padre se encargaría de sacarlo de allí y estaba más que confiado en eso.

Tenía un plan preciso de lo que iba a hacer, pero el problema es que no estaba seguro si saldría tal y como lo imaginó.

El azabache se encontraba en su auto yendo a toda velocidad por las calles de Gangnam rezando para sus adentros que esto funcionara porque en serio se estaba volviendo loco por la falta del rubio en su vida, si demoraba un minuto más lejos de él estaba más que seguro que iba a cometer una locura, ya no podía aguantar estar sin ese hermoso enano que le llenaba la cara de tiernos besos y sutiles roses en todo su cuerpo. Lo extrañaba de una forma sobrehumana, una forma tan destructiva y sínica que no podía creer lo toxico que se veía todo aquello, pero no le importaba, no le importaba nada si eso hacía que él volviera, quería tenerlo, debía tenerlo o la poca cordura que le quedaba se le iría por la basura.

Aunque él sabía claramente que no era solo porque lo extrañaba que sentía ese deseo de que volviese, sino porque el su orgullo de hombre alfa le impedía que permitiese que se fuera con alguien más. No podía ni siquiera verlo con alguien que no fuese él, lo que no sabía es que su pequeño le pertenecía más de lo que podía imaginarse.

Y por esos pensamientos se encontraba frente a una gran mansión con altas columnas hechas de mármol, fuentes extremadamente caras y grandes, pero finas esculturas griegas nada que lo impresionara demasiado.

"Tranquilízate Kim" pensó en sus adentros mientras suspiraba pesadamente.

Luego de analizar bien toda la propiedad se adelantó a tomar su celular de su bolsillo y llamó al primer número que tenía en su lista de nuevas llamadas.

-Hazlo ahora.- demandó con autoridad y acto seguido todas las luces de la casa se apagaron incluyendo las cámaras de seguridad y otros dispositivos de vigilancia que usaban en aquella propiedad.

Sin siquiera esperar un minuto más, caminó sin prisa alguna a una de las rejas que separaban la casa con todo lo que se encontraba del otro lado- Escaló sin prisa hasta llegar al limite de esta y sin siquiera hacer un pequeño sonido saltó hasta adentro de la casa empezando a correr despavorido con la intención de llegar a la puerta principal para adentrarse al edificio y comenzar con su cometido.

Al momento que puso un pie dentro, se sorprendió más de lo que creía ya que no había ningún guardia de seguridad cerca, era algo extraño pero debía aprovechar aquella oportunidad.

Tomó el picaporte entre sus dedos tratando de no hacer sonido que lo delatara, abrió la puerta comenzando a entrar sin ningún tipo de prisa con pasos lentos y silenciosos, que podía estar más que seguro que si alguien lo viera pensaría que era algún ninja, uno de esos espías del gobierno que los contrataban para matar al presidente o algún narcotraficante.

En el momento en que se decidió a subir las escaleras escuchó un sonido algo fuerte venir desde la cocina, se podía decir que era de algún plato romperse estrepitosamente hacia alguna pared, pero eso no pudo evitar ponerse alerta con su arma corte calibre en sus manos y con algo de miedo comenzó a caminar hacia ese lugar, al llegar pudo ver una figura masculina de espalda a donde él se encontraba con la cabeza gacha y sus manos en su cabelo, se podía notar lo nervioso que estaba y eso no pudo evitar hacer sonreír al azabache que con completo sigilo se acercó hasta el apuntándole a la cabeza con su pistola.

-Te dije que me la ibas a pagar.- susurró con una sonrisa al ver lo nervioso que se encontraba el chico delante de él.- Y muy caro, Namjoon.

toxic ➵ taegiᵃᵈᵃᵖ ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora